Un proyecto de aprovechamiento de atún aleta azul que impulsa la oficina federal constituye una amenaza para los acuacultores.
El proyecto de la Norma Oficial Mexicana NOM-021 SAG/PESC 2016, para el aprovechamiento del atún aleta azul (thunnus orientalis), que impulsa la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), constituye una amenaza para los acuacultores.
Con dicha regulación, la dependencia federal que encabeza Mario Aguilar Sánchez, pretende garantizar el negocio de algunos permisionarios o concesionarios que se dedican a la maricultura de atún aleta azul, señaló el abogado, Armando González Baca.
Enfatizó en que la Conapesca no está facultada para determinar esta medida e incluso, durante los últimos tres años, las empresas acuícolas han interpuesto recursos legales para impugnar la distribución efectuada por la Conapesca.
Los tribunales federales, en seis resoluciones distintas, han determinado la ilegalidad en el reparto de las cuotas de pesca en actividades de maricultura.
Esto, conforme con el litigante, evidencia la irresponsable actuación de Mario Aguilar Sánchez, al tratar de repartir cuotas a su antojo, sin que, además, exista la metodología y los controles para cuantificar las capturas de dicha pesquería.
“Cómo pretenden repartir lo que no pueden controlar”, cuestionó.
Violación a garantías
Además de la ilegal distribución de la cuota, el también representante legal de la empresa Tunamax, observó que la Conapesca, de manera irregular intentó aprobar una “incongruente propuesta que modifica un proyecto de NOM publicado oficialmente, generando incertidumbre y falta de seguridad jurídica, además de violar las garantías fundamentales de los acuacultores”.
El proyecto de norma antes citada, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 1 de febrero, apuntó, difiere sustancialmente del proyecto presentado el pasado 26 de septiembre por los funcionarios participantes de la Conapesca a empresas dedicadas al maricultivo.
“Básicamente se modifica el sentido de la norma en el aspecto de la captura, en donde, sin ningún antecedente o fundamento legal que faculte a esta autoridad pesquera, limita la captura por unidad de esfuerzo”.
Es decir, están mezclando una norma pesquera con una norma acuícola”.
Futuro incierto
El futuro de los acuacultores estaría sujeto a la asignación de cuotas determinadas discrecionalmente para cada embarcación pesquera que cuente con un permiso o concesión para capturar el túnidos, en donde no dejan claro cuáles serán los criterios para dicha asignación, ni cuantas embarcaciones participarán en la misma. Además de que no consideran que esta limitación podría nos ser rentable para las embarcaciones que capturan esta especie.
González Baca declaró que no existe ninguna metodología que justifique la participación de los observadores que llevan a bordo las embarcaciones que capturan atún aleta azul.
Apuntó que no se cuenta con algún método o protocolo que les permita determinar el volumen y tamaño de la captura de atún aleta azul.
“Los observadores únicamente se dedican a vigilar el cumplimiento normativo en la captura de Atún Aleta Amarilla (Thunnus albacares), así como registrar la mortandad de delfines en las operaciones de esta pesquería”.
Por esta razón y muchas circunstancias más, “este proyecto de norma no debe seguir adelante hasta que se analicen detenidamente todas las consecuencias de la regulación”.
Aunado a ello, carece de un análisis a fondo respecto de la participación y riesgo de los acuacultores al limitarles, discrecionalmente, la posibilidad de obtener el atún aleta azul a terceros sin que exista una metodología clara sobre la asignación de cuotas de captura a las embarcaciones y cómo podrán los acuacultores acceder a ella.
Sobre todo, por tratarse de actividades diferentes en las que se requiere garantizar la certidumbre y seguridad jurídica, tanto del que captura el túnido, como del que adquiere esta especie para su cultivo y engorda.
El abogado enfatizó en que “este proyecto, a consideración de la mayoría de las empresas acuacultoras de atún aleta azul, no es viable y no cumple con su objetivo de regular el aprovechamiento responsable de esta especie”.
González Baca destacó que el sector cuenta con el apoyo de la Cámara Nacional de las Industrias Acuícola y Pesquera (Canainpesca), para que dicha norma no se publique en el sentido que pretenden los actores de la Conapesca.
Versión 2017
Los acuacultores, han quedado acotados en lo que respecta a la revisión de la NOM-021 SAG/PESC 2017/.
El pasado 26 de septiembre, se celebró una reunión para la revisión del proyecto en las oficinas de la subdelegación de la Conapesca, sin embargo, los acuacultores recibieron el documento a analizar solo unas horas antes sin que se considerarán sus comentarios al documento presentado.
NOM
El Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-021-SAG/PESC-2016, ofrece especificaciones para el aprovechamiento acuícola responsable de atún aleta azul (thunnus orientalis), en jaulas flotantes en aguas de jurisdicción federal de los Estados Unidos Mexicanos en el Océano Pacífico.
Industriales del sector, lamentaron la inclusión de reglas oscuras e incongruentes que, además de entorpecer el desarrollo de la industria de la Acuacultura promueven limitaciones en los proceso de engorda y cultivo del atún aleta azul.
Fuente: http://www.elvigia.net/general/2017/11/21/prepara-golpe-conapesca-288700.html