En la Serie de Mesas Redondas sobre Acuicultura (TARS, pos su siglas en inglés), de 2018 en Chiang Mai, Tailandia, los productores de camarón de segunda generación procedentes de Filipinas, Indonesia y Tailandia proporcionaron información sobre los enfoques para el cultivo sostenible de camarón a largo plazo mientras manejan las dificultades para equilibrar la viabilidad económica.
Fuente: Artículo adaptado de AQUA Culture Asia Pacific Magazine, septiembre-octubre 2018, autoría de
Yvonne T. Nathan. Publicado en Panorama Acuícola Magazine edición Marzo-Abril 2019 Vol.24 No. 3
Fotografías: Panorama Acuícola Magazine edición Marzo-Abril 2019 Vol.24 No. 3
La Serie de Mesas Redondas sobre Acuicultura 2018 se centró en la necesidad de un cambio en la acuicultura del camarón al observar nuevos enfoques y las facetas dentro de la cadena de suministro que pueden provocar la transformación de la industria para superar la lenta producción de camarón resultante de los brotes de enfermedades y las bajas tasas de supervivencia.
Se invitó a tres jóvenes acuicultores a tener una plática sobre sus diversas perspectivas en el manejo de granjas e ideas sobre cómo mantener las granjas productivas, los tres provenientes de diversas circunstancias y antecedentes educativos. Los jóvenes acuicultores necesitaron lidiar con las diferencias generacionales de opinión al implementar protocolos innovadores en sus granjas familiares. En muchos aspectos, su generación ha sido calificada como errática y, a veces, inconsistente. Pero estos jóvenes productores de camarón son, una gran “empresa” dedicada a aprender, comprender e implementar nuevas técnicas en sus negocios.
El Gerente de la granja Aderma Farm en la ciudad de Cádiz, Filipinas, Christopher Adrian Domingo Anglo, de 33 años, ha llevado a cabo sus operaciones junto a su padre y su hermano desde 2015. La granja, que su abuelo comenzó con el cultivo de monodon en la década de los 90’s, cambió a la producción de camarón vannamei en 2015. Christopher Adrian tiene un título no relacionado, una Licenciatura en Administración de Empresas, pero ha administrado la granja lo suficientemente bien como para tener el reconocimiento como la granja con mayores mejoras en la categoría de nuevos usuarios por Charoen Pokphand (CP) en 2015. Su granja cuenta con las mejores prácticas de cultivo y utiliza la tecnología de cultivo 3C de CP (post larvas limpias, estanque limpio y agua limpia). Aderma Farm tiene 6 estanques de reserva y 24 estanques de cultivo, cada uno de 5,000 a 6,000 m2. Los estanques son abastecidos con post-larvas (PL) de 9 mm a 100-120 PL/m2.
Como director de PT Delta Marine Indonesia, Rizky Darmawan, de 27 años, supervisa la granja familiar en la isla de Sumbawa, en el oeste de Nusa Tenggara, desde que se graduó en 2014 con una Licenciatura en Ciencias Acuáticas y Pesqueras de la Universidad de Washington, EE. UU. Manteniéndose al tanto de los cambios en la comunidad de cultivo de camarón, Rizky es un miembro activo de Shrimp Club Indonesia, Director del Capítulo Sumbawa del club, y es el fundador de la Asociación de Jóvenes Acuicultores de Camarón (Petambak Muda Indonesia). Esta granja de 500 toneladas/año en Sumbawa tiene 30 estanques de cultivo, con tamaños que van desde los 3,300 a los 5,000 m2, 7 estanques de tratamiento, y tiene planes para una futura expansión. La densidad de siembra es de 120-180 PL/m2 con tamaños de post-larvas que van desde 11 a 13 mm. Rizky citó las características especiales de la granja: una tubería de entrada de más de 600 m hacia el océano, estanques de sedimentación de desechos con manglares, laboratorios para la calidad del agua y tanques de cultivo para la conversión de desechos de camarón.
De manera similar, Somthida Pakdeepak, de 23 años, comenzó a trabajar en la granja familiar recién graduada de la Facultad de Acuicultura y Pesca de la Universidad de Kasetsart en Tailandia. Ao Kho Farm de 35 ha, en la provincia de Chumphon, Tailandia, fue fundada en 1987 y originalmente cultivaban el camarón tigre negro, cambiando a la cría de vannamei en 2001. La granja comprende ocho estanques de cultivo, dos estanques de reserva, así como estanques de tratamiento y sedimentación. La densidad de siembra varía entre 170 y 190 PL/m2. En general, las tasas de supervivencia son buenas, alrededor del 80% y 95%. En 2017 se produjeron un total de 250 toneladas.
Estrategias tradicionales contra modernas
Estos jóvenes empresarios relataron sus experiencias al transformar sus fincas para garantizar la sostenibilidad a largo plazo y la viabilidad económica, siendo evidente que su principal obstáculo fue cambiar la mentalidad de la generación anterior e inculcar el cambio. Trabajando para el crecimiento de la granja con su familia, Christopher Adrian dijo que el cultivo de camarón comenzó por casualidad, “mi padre y yo estábamos cultivando tilapia y caña de azúcar cuando los colegas de la cooperativa de camarones le aconsejaron que probara cultivar el camarón vannamei”, dijo. Sin embargo, hubo resistencia, “mi padre estaba muy reacio en ese momento porque durante la década de los 90’s la industria del camarón tigre negro estaba en su mejor momento, y luego se derrumbó repentinamente en Filipinas”, agregó Christopher Adrian y y tomó un tiempo convencer a su padre para que lo intentaran. “La diferencia entre la generación de mi padre y la mía fue no solo el tipo de camarón, sino también que, con el tigre negro, era puramente un mercado de exportación. Hoy en día, tenemos mercados locales y de exportación con el camarón vannamei. Convencí a la primera generación, especialmente ahora que la I+D es tan vasta, que tenemos que seguir lo que es nuevo para tener éxito porque si volvemos a las formas antiguas, probablemente no lo volveremos a lograr”.
Sostenibilidad
Por otra parte, Rizky encuentra una falta de interés en las prácticas ecológicas entre muchas de las generaciones anteriores. “Creo que nosotros (las generaciones más jóvenes) estamos pensando más en la sostenibilidad. Por ejemplo, en mi nueva instalación estoy tratando de construir un estanque de sedimentación para controlar la calidad del agua de descarga. Pero mis padres no ven la necesidad de esto y prefieren otro estanque de cultivo. Cuando construyeron esta granja por primera vez, tuvieron éxitos masivos durante 2 años y luego se fueron cuesta abajo durante un par de años. Comencé a cambiar cómo funcionaba y en este momento la producción comenzó a estabilizarse. Somos rentables, y creo que eso es lo más importante de este negocio”.
“Entonces, una de las cosas que apliqué cuando heredé el negocio fue la gestión de riesgos”, dijo Rizky al enterarse de la ciencia detrás de la cría de camarones y la cosecha temprana son necesarias para mitigar las pérdidas. También explicó el escepticismo de la familia y los amigos al intentar aplicar lo aprendido en la escuela y los errores que cometió al principio. “Comencé como técnico de granja manejando ocho estanques. Intenté aplicar lo que aprendí en la escuela y fracasé. Supongo que la forma en que cambias la mente de las personas mayores es mostrarles lentamente que puedes aprender y poco a poco empezarán a confiar en ti”.
Tecnología cambiante
Los planes de Somthida de involucrar a sus padres se concentraron en tres áreas. “El primer punto fue la mejora técnica. Antes de graduarme, compartí ideas con mi padre sobre la reducción del número de estanques de cultivo y el aumento del enfoque en áreas como el tratamiento y manejo del agua. Todavía podríamos mantener el volumen de producción en comparación con lo que hicimos anteriormente con siete estanques”, dijo Somthida.
“Comenzando como técnico acuícola responsable de la calidad del agua, la alimentación y la gestión de la salud de los camarones, estaba aprendiendo prácticas acuícolas reales y luego implementé lo que aprendí en la universidad. Intenté usar un aireador Venturi, una idea de otras granjas con excelentes resultados”. Después, aprovechó las ventajas de estudiar en una universidad local al reclutar a tres ex compañeros de clase como técnicos que manejan de dos a tres estanques cada uno, para lograr consistencia y eficiencia. “Cuando decidimos expandir las áreas de siembra con este modelo, necesitábamos más técnicos para operar la granja. Mi padre estuvo de acuerdo con esta idea, aunque sería costosa. Hoy en día, tenemos tres técnicos (excluyéndome) para gestionar ocho estanques”. “Mi segunda aventura fue encontrar un mercado alternativo. Anteriormente vendimos nuestros camarones a plantas procesadoras locales, pero durante la crisis en los últimos 4 meses, mi madre y yo buscamos compradores locales en la provincia de Chumphon, ofreciendo camarones más frescos y baratos en comparación con los de los intermediarios”, dijo Somthida. “Mi padre sabía que esto supondría un trabajo adicional, pero eliminando a los intermediarios de la ecuación, ganaba USD 0.30 / kg. Con la demanda, podríamos eliminar parcialmente la biomasa de los estanques de camarones diariamente para permitir que los camarones restantes crezcan más rápido. Recolectamos camarones de 10 a 44gr., con siete cosechas parciales a lo largo del ciclo de cultivo, y con un buen manejo de la alimentación, obtuvimos FCA de 1.2 a 1.4. Incrementamos la capacidad de producción y recuperamos parte de nuestra inversión”, agregó Somthida.
“En tercer lugar estaba digitalizar los datos de la granja. Comenzamos a registrar datos utilizando una aplicación del gobierno tailandés Tailandia 4.0 para obtener informes rápidos sobre incidentes de emergencia, estado de alimentación y compartir información en tiempo real con otros. Además, estoy convencida de que almacenar datos en línea hace que sean fácil de utilizar, volver a verificar, analizar y compartir”.
Mitigación de enfermedades
Mientras que la primera generación comenzó con una acuicultura libre de enfermedades hace más de 30 años, estos jóvenes productores de camarón se vieron obligados a caer en la parte más profunda, en el cultivo de camarón asediado por enfermedades. Después, estos tres panelistas discutieron su experiencia con las enfermedades que probablemente afecten a sus respectivos países y sus esfuerzos de mitigación.
Bioseguridad
“Las enfermedades que han tenido presencia en mi país son: EHP (Enterocytozoon hepatopenaei), el Síndrome de mortalidad temprana (EMS, por sus siglas en inglés) y la más frecuente, el Síndrome del Virus de la Mancha Blanca (WSSV, por sus siglas en inglés). “Lo que hacemos para mitigarlas es implementar la bioseguridad”, dijo Christopher Adrian. Se asegura de que las post-larvas compradas en el criadero de CP hayan pasado todas las pruebas antes de aceptarlas en su granja. “Al final del día, sigue siendo gestión de personas, sin importar qué protocolos usemos. Si no maneja a su gente para que siga las reglas y regulaciones, estará en un gran problema. Nuestra peor tasa de supervivencia fue del 65% y eso se debió a problemas del personal”.
“Nos golpeó el WSSV una vez en diciembre de 2015. No deseamos que esto vuelva a suceder porque mi padre es estricto en lo que respecta a la bioseguridad. Los principales portadores de enfermedades pueden ser personas que ingresan a la granja, incluidos cosechadores y compradores. Los compradores se quedan en el perímetro de las granjas y usamos 10-12 transportistas para llevarles el camarón”.
Síndrome de las Heces Blancas
La peor enfermedad que ha afectado a Indonesia es el Síndrome de las Heces Blancas (WFD, por sus siglas en inglés). “Creo que se debe a que en el caso de la WFD, no hay una mortalidad masiva inmediata, en cambio, existe una mortalidad crónica, y los camarones comen pero no crecen, lo que les cuesta a los acuicultores más que cuando se trata del WSSV. Entonces, para mí esto es la gestión del riesgo. Espero 1 o 2 semanas para muestrear y seguir monitoreando los estanques problemáticos y así puedo decidir si cosechar o no. Nuestra tasa de supervivencia se reduce a alrededor del 55% con enfermedades”, dijo Rizky, al explicar cómo aprende a través de prueba y error para gestionar la WFD. “Monitoreamos el consumo diario de alimento. Si el camarón ni siquiera se alimenta eso significa que es malo. Después, cuando el crecimiento diario promedio (ADG, por sus siglas en inglés), es 0.15gr. o menos, cosechamos. Tuvimos dos estanques con WFD a los 40 días de cultivo, pero los camarones comenzaron a comer mejor para alcanzar un ADG de 0.2 gr. a 0.3 gr. Eso es una recuperación”. El mensaje de Rizky fue observar el comportamiento de los camarones y no tomar una decisión precipitada para cosechar.
Prevención
“¿Cuál es la enfermedad más aterradora dentro de mi vida como acuicultora de camarones? Todas las enfermedades, sin duda alguna”, dijo Somthida. “Me parece que todas las enfermedades son una gran amenaza porque, una vez infectados, seguramente causará daños: mayor FCA menores tasas de supervivencia, mayor costo de producción o, peor, podríamos perder toda la cosecha”, dijo. Su enfoque es a través de la prevención. “En mi finca tenemos cinco criterios. En primer lugar, larvas sanas y libres de enfermedad, en segundo lugar, agua limpia, en tercer lugar estanques limpios, libres de materia orgánica y contaminación, cuarto lugar manejo a través de investigaciones científicas y, por último, buen trabajo en equipo. Este es el enfoque más importante en mi granja. Cada uno de nosotros es el guardián del éxito, y todos tenemos que comprometernos y realizar nuestro trabajo con un alto grado de responsabilidad”.
Lista de deseos
Dado que la investigación y el desarrollo son un componente clave para la sostenibilidad del cultivo de camarón, se preguntó a los panelistas, cuáles áreas aportarían más a sus granjas: genética, gestión de la salud o alimentación y procesamiento. “Lo que más me gustaría son consejos para los acuicultores sobre cómo mejorar el sistema de cultivo. Y también, con suerte en el futuro, la mejora en la calidad de las larvas y post-larvas para un crecimiento más rápido y la inmunidad a las enfermedades”, dijo Christopher Adrian sobre sus principales prioridades.
Rizky, sin embargo, se centró en la genética robusta a medida que las enfermedades continúan evolucionando, así como en una mejor tecnología de tratamiento de residuos. “Creo que si puedes cultivar en el centro de la ciudad o al lado, estarás más cerca del mercado y podrás vender productos frescos a mejores precios”, dijo, y añadió que, la mejora de la tecnología para mantener frescos los camarones después de la cosecha también ayudaría.
Midiendo todas las áreas como igualmente importantes, Somthida cree que un esfuerzo combinado es la respuesta definitiva. “Pero si debo elegir solo una, creo que la genética de los camarones es el factor más importante porque no puedo hacerlo yo misma y, sin embargo, dará el mayor impacto a mi granja. No es fácil operar un programa de desarrollo genético de camarón. Por eso, las larvas de camarón de buena calidad son una prioridad para mi granja”.
A pesar de la proliferación de las enfermedades y los desafíos de producción, los tres jóvenes acuicultores mantienen una perspectiva optimista sobre la industria. Para ellos, la continua y creciente demanda en la producción de camarón y el tiempo dedicado a la investigación y el desarrollo promueven un futuro brillante para la industria.