Perú es el noveno socio comercial del país a escala mundial y el segundo a nivel regional. Unas 100 empresas ecuatorianas tienen actividades comerciales ahí.
Escrito por: Lizeth Escobar / Eluniverso.ec
Conn la llegada del nuevo gobierno del presidente peruano, Pedro Castillo (2021-2026), hay incertidumbre en los mercados y el sector empresarial, tanto nacional como extranjero, por el futuro que puedan tener las inversiones y el crecimiento del país ante un eventual cambio de modelo económico, que hasta ahora promueve las inversiones privadas y extranjeras, entre esas las de Ecuador.
En el vecino país hay hasta el momento unas 100 empresas ecuatorianas o con participación de capitales ecuatorianos. Dentro de los sectores en los que se desempeñan están el financiero, industrial, comercio, servicio, transporte, construcción y turismo, según datos facilitados por la Oficina Comercial del Ecuador en Lima.
Las empresas ecuatorianas registran inversiones en Perú por $ 161 millones, según cifras de la Agencia gubernamental de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión).
Según información facilitada por el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (Mpceid) a este Diario, Perú es el noveno socio comercial a escala mundial de Ecuador y el segundo a escala regional.
ntre 2010 y 2020, el 90 % de las exportaciones no petroleras ecuatorianas hacia Perú se concentraron en once sectores: metalmecánico (22 %); forestal y productos elaborados (14 %); minerales de cobre, sus concentrados y otros (12 %); pesca (11 %); alimentos procesados (8 %); plásticos y agroindustria (6 %); cuidado personal y del hogar (4 %); cacao y elaborados (4 %); farmacéutico y químico (3 %); acuacultura (3 %), según cifras del Banco Central del Ecuador.
La percepción de los productos y servicios ecuatorianos es positiva. Los importadores y consumidores peruanos valoran la calidad, seriedad y puntualidad de los empresarios del Ecuador, dice el ministerio y con esta lectura coincide el abogado Juan Carlos Durand, presidente del Consejo Empresarial Peruano Ecuatoriano, quien califica a la relación comercial entre los países de excelente.
Comenta que en el caso de Ecuador y Perú, “siempre, hasta en los peores momentos que han vivido o hasta en medio de conflictos bélicos, los empresarios han seguido haciendo negocios”. “Con el acuerdo de paz a finales de los años 90 surgió un acuerdo de aceleración con el arancel cero y hubo un boom a inicios de los 2000, donde empresas de Ecuador venían a Perú y viceversa”, cuenta.
“Toda la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) tiene ventaja de que hay arancel cero, tenemos toda una plataforma legal para el intercambio armonizado de bienes y servicios”, dice Durand y asegura que el empresario ecuatoriano no se verá perjudicado en el caso de que Castillo opte por alguna medida radical.
“Las empresas en ambos lados ya se han establecido, el comercio es ya transfronterizo y ya nadie sabe dónde están cada quién y eso es lo que busca la Comunidad Andina, tener un mercado único… acá cuando uno llega a Lima, las carreteras son las construidas por Hidalgo Hidalgo, una golosina es de Confiteca, los electrodomésticos son Indurama, mucha gente no lo sabe y ha crecido con productos ecuatorianos”, comenta Durand.
Una de estas empresas es Negocios Industriales Real Nirsa S. A., presente en Perú desde hace 21 años, y que espera que el presidente Castillo cumpla con seguir con el respeto a la inversión y propiedad privada.
Gonzalo Arizola, gerente general de la empresa en el vecino país, cuenta que la marca de atunes Real ha logrado posicionarse en el mercado y que gracias a su amplia red de distribuidores tienen presencia en todas las regiones del país.
“Real fue lanzada al mercado peruano como marca de alta calidad, innovadora y precio accesible. Fue la primera en incorporar el abrefácil… actualmente se comercializa en trece presentaciones y la marca Mar Brava, más económica y accesible, en sus cinco presentaciones”, comenta.
Arizola dice que se espera que las políticas que implemente Castillo estén orientadas a efectuar cambios en el modelo económico, no en lo comercial sino en actividades estratégicas como la minería, el gas y el petróleo y agrega que quienes integren el gabinete ministerial serán claves para “tener mayor claridad sobre la línea que tomará el Gobierno”.
Con Arizola concuerda Felipe Ribadeneira, presidente de Fedexpor, quien dice que la principal expectativa con el gobierno de Castillo es “que se mantenga el respeto a los compromisos comerciales de los que ambos países forman para que el flujo de comercio se recupere y pueda ofrecer más oportunidades de crecimiento a industrias y zonas fronterizas que dependen de la actividad comercial”.
Rivadeneira destaca que Perú es un mercado natural para la oferta exportable del Ecuador, especialmente para aquellos productos no tradicionales y manufacturados. Indica que productos como tableros de madera, línea blanca, preparaciones alimenticias y manufacturas de plástico son exportados al Perú por alrededor de 490 empresas exportadoras ecuatorianas.
“La aspiración es que Perú se consolide como aliado estratégico para que el proceso de integración, así como para la futura incorporación del Ecuador a la Alianza del Pacífico, se traduzcan en mayores opciones de abrir negocios con ese país e internacionalizar la oferta de producción ecuatoriana”, apunta Rivadeneira.
Castillo, que llega al poder con las propuestas de introducir el concepto de “economía popular de mercado, en las últimas semanas ha descartado que vaya a copiar “modelos” extranjeros y ha insistido en que no es “chavista” ni “comunista”.
En tanto, según la información facilitada por el Ministerio de Comercio Exterior, el intercambio comercial no petrolero entre Ecuador y Perú ascendió a $ 1.128 millones en 2019, pero en 2020 se vio afectado debido a la pandemia de COVID-19, por lo que descendió a $ 985 millones.
“Para el año 2021 prevemos un repunte en nuestras exportaciones no petroleras y en el intercambio comercial binacional. Se debe destacar el rebote positivo de nuestras exportaciones en el primer trimestre del 2021, que pasaron de $ 85 millones en el 2020 a $ 117 millones para el 2021″, refiere el ministerio.