El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca argentino lanzó hace muy pocos días el Programa Nacional de Desarrollo Acuícola Sustentable (Pronadacs), cuyo objetivo es el desarrollo y la expansión de la acuicultura nacional. “El impulso de las actividades acuícolas posibilita alternativas de inversión y generación de divisas, a la vez que requieren de mano de obra calificada y, por ende, posibilitan la creación de empleos de calidad”, resalta el texto de la Resolución N° 253/2021, publicado en el Boletín Oficial del país sudamericano.
En pos de cumplir con sus objetivos, el Pronadacs nace con la intención de poner en marcha diferentes herramientas para el desarrollo del sector, entre las que se encuentran el incentivo a las inversiones y exportaciones sectoriales, incluyendo productos de la cadena y su industria conexa, promoviendo la agregación de valor y el trabajo local; la difusión de instrumentos de promoción y facilitación de inversiones para el desarrollo productivo acuícola; la promoción y asistencia al desarrollo científico y tecnológico de las actividades acuícolas, mediante el trabajo conjunto con universidades y centros de investigación aplicada; la implementación y consolidación de redes de transferencia de conocimiento; y la cooperación Internacional, incluyendo la representación en foros internacionales.
La acuicultura es “una de las formas más eficientes de generar proteínas de alta calidad a partir de materias primas de nuestro suelo. Por eso, aspiramos a que nuestra gestión logre que las cadenas acuícolas protagonicen un verdadero salto cualitativo sustentable en lo que se refiere a la producción de proteínas acuáticas, como política sectorial y estrategia generadora de alimentos del futuro, brindando agregado de valor en origen y nuevos negocios para la Argentina”, aseguró el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman, al anunciarse la creación del Programa.
La resolución publicada en la prensa oficial señala, además, que “las políticas de Estado en materia de acuicultura están en proceso de rediseño y fortalecimiento hacia una estrategia de sostenibilidad integral” y destaca la “potencialidad para su expansión”.
Por otro lado, indica que “las producciones acuícolas constituyen una opción válida para el desarrollo sostenible y la diversificación rural y periurbana” y que representa “una fuente de alimentos saludables y accesibles, con capacidad para contribuir a la seguridad alimentaria”.
El Pronadacs nace con una serie de metas, entre las cuales se encuentran: posicionar al sector acuícola como proveedor de alimentos e impulsor del desarrollo sustentable local, regional y nacional; impulsar la diversificación productiva del medio rural y periurbano a partir de la acuicultura, tanto de consumo, como ornamental; diseñar alternativas para el desarrollo de cadenas y redes de producción e intercambio de conocimiento y divulgación; además de favorecer el impulso de los emprendimientos acuícolas sustentables en todo el territorio nacional.
A su vez, el Pronadacs tendrá como retos el profundizar en la relación entre los alimentos de origen acuícola, la salud, la nutrición y el ambiente; posicionar los productos acuícolas argentinos dentro del consumo habitual de alimentos de la población; e incluir todos los productos de la acuicultura argentina, como parte de los atractivos turísticos nacionales.
Tres ejes
Las acciones proyectadas del Programa se articularán bajo tres ejes: fomento y desarrollo de la acuicultura sustentable, gestión del conocimiento para el desarrollo sustentable y posicionamiento y cooperación, que incluye la consolidación de redes de transferencia de conocimiento, tanto a nivel local como internacional, según se explica en el texto publicado.
El Pronadacs se implementa en el marco de la Ley Nº 27.231 de desarrollo sustentable del sector acuícola. Entre sus objetivos, la norma propicia el desarrollo integral y sustentable de su actividad productiva, resalta su potencialidad como “fuente de alimentación, empleo y rentabilidad” y garantiza el uso sustentable de los recursos (suelo, agua, organismos acuáticos); así como la optimización de los beneficios económicos a obtener en condiciones de armonía con la preservación del medio ambiente y de la biodiversidad; promover el desarrollo socioeconómico, cultural y profesional de los actores del sector acuícola, desarrollando y/o mejorando principalmente, las economías regionales mediante programas específicos; entre otros.