La sobreexplotación siempre tiene consecuencias, como bien lo sabemos desde hace siglos… Solo que hoy esas consecuencias acumuladas son mucho más serias y globales que nunca, haciendo indispensable la sustentabilidad en la acuicultura como parte de la solución, inclusive, como un buen negocio para el futuro.
Nadie puede negar que la esperanza de vida promedio casi se ha duplicado desde el inicio del renacimiento y que nuestra sociedad es quizá una de las justas, ricas y con mayor bienestar en la historia… Claro, aún no universal faltando mucho por hacer, pero la mejoría es notoria.
Sin embargo, el consumo de los limitados recursos naturales también se ha multiplicado muchas veces, en especial desde la revolución industrial. La sobreexplotación siempre tiene consecuencias, como bien lo sabemos como humanidad desde hace siglos, solo que hoy esas consecuencias acumuladas son mucho más serias y globales que nunca.
Quizá la mayor sorpresa es que desde hace más de 100 años ya había voces advirtiendo acerca de ello. Por ejemplo, desde 1867 Sterry Hunt relacionó el CO2 con el efecto invernadero, un poco después, en 1911 la Revista Mecánica Popular (de gran importancia en Estados Unidos y otros lugares) había publicado un extenso artículo sobre la combustión de carbón y sus efectos en el clima, hablando de tormentas de fuerza inusitada, cultivos devastados y pérdidas por millones debidos al clima… ¡Hace más de 110 años!
“Hoy, somos 4 veces más habitantes que en 1911 y más demandantes de recursos que un habitante de ese tiempo, poniéndonos un importante reto creativo: cómo y qué producir en un mundo menguado en recursos.”
Empecemos por lo básico: la comida. La demanda de proteína de calidad es enorme y la gran fuente “inagotable” de siempre ya no da más: los océanos. Hace años que la explotación pesquera rebasó los límites biológicos de las especies, entrando en el terreno de la sobreexplotación, entrando la acuicultura a relevar en la producción, siendo hoy de tal importancia, que ha superado a la pesca en la alimentación de las personas.
Sin embargo, como cualquier cadena productiva, la acuicultura también se basa en recursos naturales y, por tanto, en riesgo de entrar crisis. Por ello, es muy importante implementar acciones de sustentabilidad hoy, para evitar que deje de ser la “vaca lechera proteínica”… y los acuicultores lo saben; de ahí que la sustentabilidad sea uno de los ejes centrales de la actividad en muchos proyectos acuícolas.
Quizá la mejor manera de que se incorpore la sustentabilidad a la producción es que la demanda lo exija y, así, la producción se adapte para vender más ante este nuevo argumento de compra, creando un círculo virtuoso que debe funcionar simultáneo.
“De nada sirve promover la compra de productos sustentables si nadie los produce y viceversa, sostener una producción ambientalmente amigable si nadie lo exige.”
Hay numerosos ejemplos de producciones sustentables que empezaron como acciones aisladas individuales, las cuales se han ido articulando a través de asociaciones de productores en busca de cuidar su propia fuente de ingresos.
Un ejemplo interesante son los productores acuícolas de trucha en la parte sur de la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca (parte central de México) quienes, a través de sus organizaciones, realizan actividades de cuidado de bosques y reforestación en sus comunidades, entendiendo que sin bosque no hay agua y sin agua no hay ingresos, estabilidad y cohesión social que les da la acuicultura de trucha.
Otra forma de atacar el problema, igualmente alentadora, es el movimiento “Pesca con Futuro” que nace como una campaña de promoción, buscando desde la perspectiva del mercado, introducir y desarrollar la sustentabilidad de la acuicultura de manera bidireccional:
- En un sentido, hacia la promoción del consumo de productos acuícolas y pesqueros ambientalmente responsables demostrables (ecocertificaciones, etiquetas, sellos, etc.) entre líderes de opinión en gastronomía, y centros de consumo como supermercados;
- Y, en otro sentido, en el estímulo para que la industria acuícola avance en buenas prácticas ambientales certificables, iniciando el círculo virtuoso de demanda y producción sustentables.
“Pero el objetivo debe ser más ambicioso y rápido dada la urgencia climática actual y de sobreexplotación de recursos, sobre todo en los hábitos de compra, pero aún en este campo hay tendencias muy alentadoras.”>
Recién se publicó un estudio de análisis de tendencias en el consumo, donde hay evidencia de que las generaciones de menos de 25 años escogen preferentemente los productos a adquirir si tienen una causa detrás de su elaboración, como el cuidado al medio ambiente, inclusive tienen disponibilidad a pagar un poco más si la causa es comprobable.
La sustentabilidad en la acuicultura es indispensable para la sobrevivencia misma del sector, afortunadamente es una tendencia que está iniciando con fuerza, y quien se sume se convierte en parte de la solución, inclusive, como un buen negocio para el futuro.
Mas información: ipescado.com Esta es una versión resumida desarrollada por el equipo editorial de Panorama Acuícola Magazine del artículo “ACUICULTURA Y PESCA CON FUTURO”
Una idea sobre “Acuicultura y pesca con futuro”
Muy interesante el tema sobre Acuacultura y pesca con futuro, mas aun lo seria el desarrollar algunos proyectos pilotos en coordinación con algunos grupos del sector social e instancias gubernamentales, educativas e iniciativa privada. En su momento podría hacer alguna propuesta para ese fin, gracias-