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El Centro AquaPacífico lidera un proyecto para la producción continua de semillas de ostión del Norte que mejorará la competitividad acuícola de Coquimbo

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El Centro de Innovación Tecnológica Acuícola AquaPacífico ha sido elegido para la puesta en marcha del proyecto “Tecnología para la producción continua de semillas del ostión del Norte”. La iniciativa busca generar un proceso tecnológico que resuelva el vacío productivo de semillas del ostión del Norte (Argopecten purpuratus) entre los meses de abril y septiembre, a través de la producción continua en condiciones controladas de cultivo. El proyecto es financiado con Fondos de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Coquimbo.

“Esta es una necesidad relativamente antigua que no ha sido resuelta principalmente por los costos que implicaba tratar de solucionarla. Nosotros la vamos a enfrentar mediante dos vías principales: primero, abaratando la producción de microalgas a través de tecnología de recirculación con fotobiorreactores. En segundo lugar, tratando de mejorar la manutención de los reproductores, también con tecnología de recirculación y reincorporando la idea de contar con un sistema de nursery (o cuidado de los juveniles) para asegurar que estos estén en buen estado en temporada de invierno”, explicó Hernán Pérez, investigador y director de proyecto.

El ostión del Norte es una especie que naturalmente se distribuye entre la costa norte del Perú hasta la ciudad chilena de Valparaíso. Actualmente, su cultivo está ampliamente desarrollado en la Región de Coquimbo y su primera etapa se desarrolla en hatchery para la obtención de semillas. Sin embargo, su disponibilidad sigue dependiendo en un 70-80% de la recolección en el ambiente natural.

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Impacto en la exportación del producto

La producción de AquaPacífico −un Centro para la zona centro norte de Chile surgido de la alianza entre la Universidad Católica del Norte (UCN) y la Fundación Chile (FCH), y con el apoyo de CORFO, y posteriormente ANID− se desarrollará en dos emplazamientos: el Laboratorio Central de la Universidad Católica del Norte, que cuenta con amplia experiencia y equipamiento para instalar las nuevas capacidades tecnológicas; y el Laboratorio de Cultivo que posee el Liceo de Tongoy.

“El proyecto beneficiará principalmente a productores de ostión de la Región de Coquimbo, favoreciendo también el turismo y la exportación del producto.”

Además, los estudiantes egresados de la carrera Técnico Profesional en Acuicultura del Liceo Carmen Rodríguez Henríquez de Tongoy se verán beneficiados, puesto que desarrollarán su práctica profesional vinculados a este trabajo, según destacaron desde AquaPacífico.

En ese sentido, cabe mencionar que cinco estudiantes egresados ya comenzaron su último proceso formativo asociados al proyecto, trabajando en el cultivo de semillas de ostión dentro del hatchery del liceo, cuyas instalaciones también se verán favorecidas con nuevo equipamiento para el cultivo acuícola.

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Dejar atrás el vaivén de precios

En definitiva, el proyecto apunta a mejorar la competitividad de los pectinicultores a través de una producción constante de semillas que permita alcanzar valores reales, dejar atrás el vaivén de precios y asegurar la sostenibilidad, dado que actualmente dependen de muchos factores para poder cultivar.

“Nos gustaría asegurar a los productores una proyección más allá de seis meses. Hacerlos más competitivos en los momentos de escasez de semillas y de alguna manera, estabilizar la producción y, con ello, los precios. Dicha estabilización daría la posibilidad de prospectar mercados a futuro con menos incertidumbre que la actual”, explica Pérez.

Proyecciones de negocio

Uno de los grandes anhelos de la pectinicultura local es poder solucionar un problema que los ha acompañado durante muchos años, relacionado con la dependencia estacional de la producción de semillas de ostión originada básicamente por el ciclo reproductivo natural de la especie, que se concentra entre primavera y verano.

Esto genera una situación desfavorable para la industria ostionera local pues, por un lado, se origina un vacío productivo entre abril y septiembre, restando capacidad de crecimiento al rubro; pero, por otro, también la producción de semillas desde la naturaleza depende de que se cumplan ciertas condiciones ambientales, como temperatura y disponibilidad de alimento; estacionalidad climática y disponibilidad de biomasa desovante.

Esta situación provoca incertidumbre y disminuye las potenciales proyecciones de negocios para la industria. A ello se suma la evidente disminución en la disponibilidad de semillas desde bancos naturales que contribuiría a la inestabilidad.

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