Hace muy pocos días, y con la autorización de funcionamiento emitida por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), tuvo lugar la inauguración del nuevo hatchery de la comunidad del Liceo Politécnico Pesquero de Mehuín, en la Región de Los Ríos (Chile), que permitirá a sus alumnos de la especialidad de Acuicultura desarrollar el proceso de producción de semillas de choro zapato (Choromytilus chorus).
La baja en la matrícula y la deserción escolar en el Liceo, junto con la disminución de los recursos marinos para la pesca artesanal, son parte de la problemática que busca subsanar este modelo de innovación social, y que ha sido posible gracias a la puesta en marcha del proyecto del Centro Acuícola Tongoy (CAT) de Fundación Chile, y a la financiación del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional.
“Otro elemento relevante es que el proyecto considera la creación de una cooperativa escolar para la comercialización de las semillas de choro zapato, cuyos ingresos serán reinvertidos en el establecimiento educacional.”
“Para nosotros, la obtención del permiso del primer hatchery en liceo técnico profesional significa marcar un hito en la historia de los establecimientos educacionales en la región y en la zona en general. Siendo un liceo pequeño y con una matrícula que no ha aumentado en los últimos años, esto nos permite reactivar el entusiasmo de los estudiantes, para que no se vayan a otras especialidades, se mantengan en la acuicultura, y así poder darles muchas más herramientas”, señaló Robert Leiva, director del Liceo Politécnico Pesquero de Mehuín.
Cada vez son más las mujeres que eligen la Acuicultura
Leiva destacó además que el funcionamiento del hatchery permitirá utilizarlo “como centro de prácticas para nuestros propios estudiantes, que ahora no van a tener que salir de la zona para poder convalidar su plan de práctica”. Según explicó, esto era una limitación especialmente para las alumnas que querían seguir carrera en la acuicultura y su opción era dirigirse a centros de cultivos alejados, que actualmente tienen “un cien por ciento de trabajadores hombres”.
“Este año tenemos una matrícula con una participación por géneros casi equitativa, pero cada vez están llegando más mujeres, porque ven que el área de la acuicultura les ofrece un nivel de ingresos superior a cualquier otro técnico profesional que tengamos en la zona”, sostuvo el director del Liceo.
Además, Leiva resaltó los efectos positivos que tendrá la operación en la comunidad de Mehuín: “Vamos a tener semillas de choros zapatos producidas en Mehuín y cien por ciento a nivel escolar. Esto abre una oportunidad para pequeños emprendimientos y para aquellas personas que trabajan con la extracción y con cultivos, que van a contar con un proveedor local”.
Reconocimiento del valor de la Acuicultura en Pequeña Escala
De acuerdo con las cifras entregadas por el Sernapesca, la producción de los centros de cultivo ubicados en la comuna de Mariquina ha aumentado de 0.45 a casi 3 toneladas (2.95) en los últimos tres años. “Es relevante considerar que la Acuicultura en Pequeña Escala (APE) fue reconocida como una actividad productiva sustentable recién el año 2021, mediante el Decreto Supremo N°45”, indicaron desde el Servicio.
“Desde la institución estiman que este articulado “propicia el desarrollo y consolidación de emprendimientos en esta área de los mismos acuicultores y acuicultoras, y también de los pescadores y pescadoras artesanales que buscan innovar en el sector”.”
En ese sentido, Daniel Arriagada, director del proyecto liderado por el CAT de Fundación Chile, explicó que con “este reconocimiento a la actividad APE, generan un contexto propicio para el desarrollo de nuevas iniciativas acuícolas a partir de las comunidades de la pesca artesanal. Contar con las semillas que serán producidas por los alumnos de Acuicultura en el liceo de Mehuín, sin duda será otro incentivo”.
Arriagada enfatizó que “por eso hablamos de Triple Impacto: el económico, que se manifiesta en el ámbito productivo, al disponer de este recurso; el social, que permite a los jóvenes especializarse y acceder a mejores oportunidades laborales sin emigrar, y el ambiental, al disminuir la presión sobre los bancos naturales de choro zapato, recurso emblemático de la zona, que ha sido sobreexplotado”.
Modelo socio-productivo
En Mehuín se ha implementado el mismo modelo socio-productivo que vinculó al CAT de Fundación Chile con el Liceo Técnico Carmen Rodríguez de Tongoy y los pequeños acuicultores de la localidad, y que fuera reconocido como Mejor Innovación Inclusiva en el certamen internacional Best Microalgae Awards 2020.
En el caso del establecimiento de Mehuín, ubicado en la comuna de Mariquina, el modelo socio-productivo de innovación educativa consiste en la transferencia del cultivo del choro zapato (Choromytilus chorus), un recurso que permitirá fortalecer la especialidad de Acuicultura que se imparte en el Liceo Politécnico Pesquero, implementando un hatchery para la producción de semillas, las que posteriormente serán engordadas por acuicultores de pequeña escala de la zona.
Ante la buena evaluación que ha tenido este modelo por parte de las comunidades educacionales, el CAT de Fundación Chile está buscando implementarlo en otras regiones. Actualmente, se están presentando propuestas a los Gobiernos Regionales de Tarapacá, Biobío y Los Lagos, para un total de 17 liceos de la educación técnica que cuentan con la especialidad de Acuicultura o que tienen interés en replicar este modelo de triple impacto.