Panorama Acuícola informa:
Cooke Chile anunció hace pocos días la cosecha de su primer salmón de tipo orgánico en el país, sin duda un hito en la historia de la compañía y de la industria salmonera en su conjunto. Para alcanzar este logro, Cooke Chile involucró una serie de prácticas más sostenibles que presentan especial atención al cuidado de la tierra, el agua y los recursos genéticos de la flora y fauna, además de cumplir debidamente con las directrices de certificación impuestas por la Unión Europea (UE).
Así, la compañía debió adoptar cambios en la totalidad de la cadena productiva, en aspectos tales como la alimentación de los peces, la densidad de los centros de cultivo y la adopción de medidas para el bienestar animal, además de la capacitación de equipos y la utilización de modernas tecnologías en los procesos productivos. Con ello la empresa consiguió la certificación europea de un producto de alta calidad.
“En las próximas semanas, esperamos cosechar el primer centro de cultivo de salmón orgánico producido en Chile, certificado en la Euroleaf por la Comunidad Europea, lo que sin duda marca un nuevo hito en pos de la sustentabilidad del país y de la salmonicultura”, destacó recientemente Andrés Parodi, gerente general de la empresa, poco después de que la compañía obtuviera su certificación.

Un antes y un después
Desde la empresa aseguran que este lanzamiento marcará un antes y un después en la industria, reafirmando su compromiso con la sustentabilidad, la innovación y la calidad. Para ellos, este hito no solo representa un nuevo estándar en la forma de producir salmón en Chile, con un método más respetuoso con el medio ambiente y más saludable para los consumidores, sino que además simboliza la entrada del país al mercado internacional del salmón orgánico, considerado por muchos como parte fundamental de la solución alimentaria del futuro.
Como señaló el gerente general de Cooke Chile, “conservando la tierra, el agua y los recursos genéticos de flora y fauna, el desarrollo sostenible igualmente es ambientalmente no degradante, técnicamente apropiado, económicamente viable y socialmente aceptable”.
Grandes beneficios para el ecosistema
De acuerdo con la compañía, la producción ecológica que está impulsando combina las mejores prácticas medioambientales y de cultivo, un elevado nivel de biodiversidad, la conservación de los recursos naturales y la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y de seguridad en la producción, ofreciendo grandes beneficios para el ecosistema.
Entre esos beneficios destacan que, dadas las condiciones de cultivo en agua dulce y agua de mar a menores densidades, 20 y 10 kg/m3 respectivamente, existe menor riesgo de proliferación y diseminación de enfermedades. Además, debido al menor número de peces por jaula y por centro de cultivo, existe menor aporte de desechos al fondo marino y cuerpos de agua.
A su vez, y en lo referente a la fabricación del alimento para el cultivo de salmón orgánico, se reduce el impacto negativo sobre las pesquerías, puesto que las materias primas utilizadas son 100% certificadas por organismos internacionales independientes.
Los cambios concretos
Para conseguir su certificación, Cooke Chile debió hacer una serie cambios concretos en su producción. Por ejemplo, el salmón orgánico no puede producirse en espacios utilizados previamente en cultivos tradicionales, sino que debe ser cultivado en centros que han sido previamente acondicionados y certificados.
Por ello, antes de iniciar la producción, la compañía debió vaciar, limpiar y desinfectar sus instalaciones. Las pisciculturas debieron pasar por un período de seis meses de higienización y descanso productivo, mientras que las estructuras a mar abierto lo debieron hacer por un período de tres meses.
Además, la alimentación de los peces no estaba disponible en Chile según el estándar orgánico, por lo que la compañía debió importar desde Escocia toneladas del alimento certificado necesario para llevar a cabo la producción orgánica.
El proceso de cultivo también fue realizado bajo exigentes estándares, que se asocian principalmente a la manutención de los salmones a bajas densidades, minimizando el nivel de estrés, con un alto nivel de bienestar animal y con el uso exhaustivo de tecnologías e infraestructura de última generación.
Por otra parte, los equipos multidisciplinarios de Cooke Chile debieron adquirir nuevos conocimientos, necesarios para llevar a cabo la implementación del estándar orgánico de manera óptima, mediante un proceso de capacitación que comprendió 460 horas de trabajo.
Para la compañía, este logro es otra clara demostración del compromiso de Cooke Chile con prácticas más exigentes en la producción de salmón de cultivo en el mundo, en línea con su misión global, con el fin de asegurar la sostenibilidad presente y futura de la industria.