Investigarán impacto en Costa Rica de pesca de arrastre del camarón

Las investigaciones permitirán establecer el rendimiento máximo sustentable del camarón y determinar otras medidas de manejo y conservación del recurso, así como complementarán las que se desarrollan hoy para evaluar la pesca de arrastre de las especies de profundidad Pinky y Fidel.

El convenio, rubricado por los presidentes ejecutivos del Incopesca, Moisés Mug, y del INA, Andrés Valenciano, cumple el compromiso asumido por el Gobierno con el sector pesquero en las mesas de diálogo para ordenar y mejorar la actividad pesquera en el país y responde a un fallo de la Sala Constitucional IV que data de 2013.

La Sala IV consideró que mientras no se cuente con dispositivos eficientes para disminuir la captura incidental, el arte de pesca de camarón resulta contraria a los principios y contenidos del Código Internacional de Conducta para la Pesca Responsable, y del Código de Ética para la Pesca y Acuicultura Responsable en los Estados del Istmo Centroamericano.

Tras la firma del convenio, Mug señaló que ‘a partir de estos estudios se podrá contar con información sobre el comportamiento de camarones Pinky (Farfantepenaeus brevirostris), Fidel (Solenocera agassizi) y Camellos (Heterocarupus vicarius y Heterocarpus affinis) que permita el diseño de medidas de manejo y conservación de una pesquería con redes de arrastre’.

Asimismo, prosiguió, este esfuerzo articulado facilitará la identificación de las áreas en las que se encuentra distribuida cada especie, contemplando factores como cantidad y profundidad de las poblaciones y si existe mayor abundancia, según época del año.

Por su parte, Valenciano apuntó que las nuevas investigaciones complementan las que ya se desarrollan para evaluar los porcentajes de exclusión de fauna de acompañamiento en la pesca de arrastre de los camarones de profundidad Pinky y Fidel.

El presidente ejecutivo del INA aseveró que los estudios tendrán un plazo de 24 meses, pero brindarán un informe al concluir los primeros 12 meses, con el fin de comparar al menos dos años de datos y considerar posibles variaciones causadas por el fenómeno ENOS (El Niño-La Niña Oscilación Sureña).