A un costado de la carretera Hunucmá-Tetiz se ubica Acuícola Garza, una granja que se dedica a producir tilapias mojarras con la tecnología biofloc, que es altamente amigable con el medio ambiente al no realizar recambios de agua durante sus procesos, pues no solo ahorra agua sino que además no vierte desechos líquidos al manto freático.
Escirto por: redacción / Yucatán Ahora!
Con sus 65 estanques, capaces de producir seis mil peces por cada uno, el proyecto nació hace siete años con el propósito de aportar proteína acuática de alta calidad y valAcuíor nutricional para la comunidad yucateca.
Los peces llegan al estanque con un gramo y salen pesando entre 600 y 650 gramos. A veces pueden ser más grandes, de acuerdo con lo que pida el cliente, y en ese caso se les deja más tiempo en el agua hasta que alcanzan la talla solicitada.
“La tecnología biofloc trabaja con sistemas superintensivos de producción acuícola, no se hacen recambios de agua y tampoco se utilizan fármacos o sustancias para impulsar el crecimiento de los peces”, asegura la doctora Adriana Ferreira da Silva, responsable técnica de la Granja Acuícola Garza.
La base de la tecnología biofloc es el uso de bacterias probióticas que ayudan a mantener el agua limpia y apta para que los peces puedan crecer como si estuvieran en un estanque natural.
Estas bacterias se alimentan de melaza, que es precisamente lo que les da a los estanques de Acuícola Garza un color café, como un aspecto de agua de río, a diferencia de las granjas acuícolas tradicionales, donde el agua es de un color verdoso.
“Nosotros metemos el alimento para la bacteria y esa bacteria recicla el agua, así nuestra tecnología no hace cambio de agua” explica Adriana da Silvia, brasileña radicada desde hace unos años en Yucatán. “No tiramos agua, además de que ahorramos espacio”.
Las granjas tradicionales ocupan muchas hectáreas, pero en Acuícola Garza con poco espacio pueden producir lo mismo que en esas grandes extensiones.
“Por eso somos amigables con el medio ambiente”, asegura Adriana da Silva, quien es toda una autoridad en la materia, incluso es “influencer” sobre este tema.
Sus cuentas y canales en redes sociales reciben muchas visitas de personas que le preguntan sobre la tecnología biofloc.
También es investigadora y profesora en la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la Uady.
Gracias a sus conocimientos, Granja Acuícola Garza ofrece asesoría a otros productores tanto en México como en el extranjero.
Desde 2006 Adriana incursionó en esta tecnología que surgió en Francia en los años 70, pero no fue sino hasta los años 90 cuando comenzó a ser más popular, al aplicarse en procesos de producción en Israel y Estados Unidos.
Hoy ya está en Yucatán y ha mostrado sus bondades a tal grado que ya está construyendo su propio laboratorio para producir su propio alimento para los peces.
También están construyendo dormitorios para que otros productores puedan alojarse para aprender de esta tecnología, y también para recibir a estudiantes, tanto yucatecos como de intercambio, para que se especialicen en biofloc.
De hecho, en estos momentos hay un estudiante español que se está especializando en la tecnología.
Los procesos para la producción son muy laboriosos. Constantemente se toma la temperatura de los estanques, se mide el nivel de oxigenación y se analiza la calidad del agua.