El alimento de bajo impacto ambiental lleva un añadido procedente de residuos biomásicos de la industria maderera
El proyecto español “Hacia una acuicultura sostenible: uso de biocarbones como aditivo en piensos de bajo impacto ambiental para el cultivo de peces planos”, más conocido como CarboDiet, acaba de hacerse beneficiario de una nueva inversión. Gracias al apoyo del Programa Pleamar, el proyecto está más cerca de conseguir la formulación de un nuevo alimento funcional destinado al engorde de lenguado y rodaballo que tendrá entre sus ingredientes un biocarbón procedente de residuos biomásicos de la industria maderera.
CarboDiet, estará apoyando así el uso de materias primas secundarias y la inclusión de la bioeconomía circular en el proceso productivo acuícola, resultó beneficiario en la convocatoria del año 2023 del Programa Pleamar de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, cofinanciada por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (FEMPA).
El objetivo principal del proyecto CarboDiet es la formulación de alimentos funcionales, utilizando como aditivos microalgas y biocarbones. Con ello, se pretende cultivar las especies marinas de peces planos, permitiendo una mejora en las características zootécnicas, nutricionales y de salud de los peces, así como una eliminación parcial de los compuestos nitrogenados presentes en el agua de cultivo.
El proyecto cuenta con la participación del Centro Nacional Instituto Español de Oceanografía (IEO – CSIC), a través del Centro Oceanográfico de Gijón y el Centro Oceanográfico de Santander. También participan como socios las Universidades de Almería y de Cádiz, y la Asociación de Empresas de Acuicultura Marina de Andalucía (ASEMA), contando con el apoyo de la empresa IDDECA.
Dos dietas con diferentes concentraciones
El proyecto de CarboDiet tiene como antecedentes las iniciativas AlgaDiet (Pleamar 2018) y AlgaDiet II (Pleamar 2019), en las que se observó que la incorporación de un 5% de microalgas en los alimentos para rodaballo como sustituto parcial de la harina y el aceite de pescado mejoraba la salud, nutrición, bienestar y calidad nutricional de esta especie.
El proyecto CarboDiet continúa con el trabajo iniciado entonces y propone la formulación de un nuevo alimento funcional destinado al engorde de lenguado y rodaballo, que se basará en una de las dietas formuladas con microalgas del proyecto AlgaDiet II, y a la que se le añadirá un biocarbón procedente de residuos biomásicos de la industria maderera, apoyando así el uso de materias primas secundarias y la inclusión de la bioeconomía circular en el proceso productivo acuícola.
El proyecto CarboDiet analizará dos dietas con diferentes concentraciones de biocarbones, para cada una de las especies estudiadas. Tras analizar el efecto de estas dietas en el cultivo de los animales, se seleccionará la concentración de biocarbón más adecuada y se formulará una tercera dieta experimental en la que se adicionará biocarbón y microalgas, la cual también será objeto de estudio.
Los experimentos con rodaballos se realizarán en la Planta de Cultivos de El Bocal, en Santander, y los experimentos con lenguados en el Servicio Central de Investigación en Cultivos Marinos (SCI-CM) de la Universidad de Cádiz.
Impacto ambiental
El uso de pescado para la fabricación de harina y aceite, destinados a alimentar especies carnívoras y omnívoras en acuicultura, representa uno de los impactos ambientales más significativos, comprometiendo la sostenibilidad a largo plazo y desequilibrando los ecosistemas marinos.
CarboDiet pretende fomentar una acuicultura sostenible desde el punto de vista medioambiental, eficiente en el uso de recursos, innovadora, competitiva y basada en el conocimiento. Se espera una mejora en la eficiencia de la alimentación de los animales, reducir el impacto ambiental de la acuicultura, mejora de la calidad del agua de cultivo, mejorar la salud de los peces.
Finalmente, se prevé que el uso de biocarbones en acuicultura suponga una mejora en las oportunidades de mercado de las empresas productoras, aumentando su competitividad, ya que se ampliarán los mercados de aquellas industrias relacionadas con la producción de biocarbones e/o industria agrícola a través de la fabricación de nuevos productos con uso diferente al destinado hasta ahora.
Según destacaron desde la Fundación Biodiversidad, está ampliamente demostrado que la adición de biocarbones a los alimentos para animales terrestres supone una mejora en su producción. Aunque existen pocos ensayos en la literatura referente al uso de estos compuestos en el cultivo de especies acuáticos, se ha observado que reducen la excreción de compuestos nitrogenados al agua de cultivo y aumenta el contenido proteico de los peces.