En abril pasado fueron habilitadas 18 granjas acuícolas en el Valle de Mexicali, las cuales estiman superar las 100 toneladas de camarón.
Baja California proyecta posicionarse como uno de los estados más importantes dentro de la industria acuícola, con el impulso de la producción que para este año planean alcanzar el doble de la cifra que obtuvieron en el 2017, por encima de las 100 toneladas en cosechas.
Por ejemplo, en abril pasado fueron habilitadas 18 granjas acuícolas en el Valle de Mexicali, las cuales estiman superar las 100 toneladas de camarón, mientras que el año pasado sembraron 14 granjas obteniendo cosechas de 41 toneladas, menos de la mitad de lo que las dependencia estatal proyecta para este año.
El titular de la Secretaría de Pesca y Acuacultura del estado, Matías Arjona Rydalch, dijo que a nivel estatal se encuentran activas 87 unidades de producción acuícola, de las cuales la mitad están en regiones rurales alejadas, pero que tienen un fuerte impacto.
Detalló que uno de ellos es el cultivo de ostión que desde hace casi cinco décadas está situado en Bahía Falsa de San Quintín, en Laguna Manuela de Villa Jesús María y la parte norte de la Laguna de Guerrero Negro, en el extremo sur de la entidad, además del desértico Valle de Mexicali y San Felipe, donde se cultiva camarón.
Además, explicó que la intención de estimular la acuacultura en las regiones más alejadas de la entidad es para fortalecer las oportunidades de desarrollo para las familias asentadas en los litorales de Baja California, donde se requieren insumos biológicos (semillas o larvas), equipamiento, asistencia técnica, reparación de caminos y gestión de mercado, ya que la mayor parte de las cosechas tienen calidad de exportación.
Una de las estrategias para alcanzar a superar las cosechas del año pasado son la de crear una bolsa de acuacultura rural que para este 2018 proyectan que obtenga un flujo de capital que alcance los 10 millones de pesos, de los cuales cinco estarían comprometidos por la Federación, dos por parte del estado, y el resto serían aportaciones de los productores.
Para el despliegue de estos recursos, comentó Arjona Rydalch, se seleccionan proyectos que cumplan con las reglas de operación, dentro de las cuales se considera el grado de lejanía de las unidades de producción, una de las principales características de la geografía de Baja California, factor que al mismo tiempo es favorable para garantizar las condiciones de sanidad e inocuidad que requieren los mercados internacionales.
La entidad, junto con Sinaloa y Baja California Sur, forma parte de una región donde se genera más de 70% de la producción acuícola nacional.
En el estado actualmente se cultivan más de 15 especies, incluido el camarón, ostión, almejas, abulón, peces marinos y peces de ornato, y durante la presente administración estatal se han logrado activar proyectos de conversión en organizaciones pesqueras, como es el caso de la Cooperativa Ensenada, una de las más antiguas de la entidad, que ha comenzado a producir ostión.
Aportación
Baja California aporta 10% del valor de la producción nacional de pescados y mariscos, lo que posiciona a la entidad en el tercer lugar en importancia para esta industria; el principal producto pesquero es el atún, cuyo valor fue de 627 millones de pesos el año pasado y representó 36% de la producción en la entidad.
En segundo lugar quedó la sardina con 181 millones de pesos captados, seguido de la lobina (159 millones), langosta (127 millones), corvina (94 millones) y el erizo de mar con 75 millones. En el caso de la langosta, en la temporada que concluyó el 15 de febrero pasado, registró un incremento de 30% con respecto a la temporada anterior, manteniendo un precio promedio de 50 dólares por kilogramo.
La sardina rebasó la cifra de las 100,000 toneladas por encima del registro de temporadas pasadas.
Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/estados/Baja-California-se-posiciona-en-acuacultura-20180617-0094.html