El engorde de pacú, sábalo y boga es una oportunidad de desarrollo en el centro del país por la rápida conversión de proteínas vegetales en carne. El INTA Concordia inaugura una estación experimental.
Escrito por Gastón Neffen
La producción acuícola argentina se concentra en dos regiones: las truchas que se engordan en el norte de la Patagonia y el pacú que se cría en Chaco, Misiones, Corrientes y Formosa. Son 4.000 toneladas por año, aproximadamente, que podrían crecer rápidamente si se suma la Región Centro, que tiene un gran potencial para convertir proteínas vegetales en filetes y milanesas de pescado.
Pero para que esta posibilidad se concrete, se necesita generar información de base para ajustar el sistema productivo al clima y al ambiente de la región central del país. La estación experimental que el 28 de noviembre se inaugura en Salto Grande se desarrolló con este objetivo, a partir de un convenio entre el INTA y la comisión técnica de la represa de Salto Grande.
En una entrevista con Clarín Rural, Alejandro Curto, referente en Piscicultura del INTA en Entre Ríos, explicó que en la estación van a probar el ajuste fino para lograr la máxima eficiencia posible. “Necesitamos información local, porque no es lo mismo producir pacú en Misiones que en Entre Ríos. Y también queremos probar con otras especies como la boga y el sábalo”, contó.
La gran ventaja que tiene la Región Centro es que el componente estratégico de la ración, el expeler de soja, está bien cerca. En Entre Ríos, la calidad de los acuíferos también representa una oportunidad para apostar a la acuicultura.
“Es la actividad más eficiente para convertir granos en carne. Con entre uno y dos kilos de alimento balanceado se logra un kilo de pescado”, destacó Curto.
En la estación se instalaron piletones de 320 metros cuadrados, con una profundidad de dos metros y también hicieron experiencias con jaulas en los arroyos y lagunas de la zona. El agua de los piletones también se utiliza para producir vegetales -con el sistema de acuaponia- como el berro y la acelga.
Los técnicos del INTA, la experimental más cercana es la de Concordia, ya comenzaron a generar información: estiman que un productor debe invertir entre 30.000 y 40.000 dólares para producir unos 3.000 pacú por año. Lo más importante es construir la infraestructura de piletones, hacer el movimiento de suelo e instalar el sistema de bombas.
El ciclo de engorde es de 18 meses, si se parte con alevinos, pero se acorta a 8 meses si lo que se cría son juveniles. “Es importante la diferencia porque se evita el aletargamiento (adormecimiento, inactividad) del invierno en los peces. Es que prácticamente no comen nada cuando la temperatura del agua es inferior a los 16 grados”, precisó Curto.
En el balanceado, el expeler de soja es clave porque los peces necesitan un 40% de proteína vegetal. En Chaco y Misiones hay empresas que tienen la escala suficiente para procesar la soja (extrusado) y preparar sus propias raciones, con una importante reducción en los costos.
“Con respecto a la faena y comercialización, estamos tratando de integrar a las cooperativas de pescadores que ya tienen experiencia en el proceso y la logística”, señaló el especialista del INTA.
¿Qué potencial de crecimiento tiene la actividad? Para Curto, si el foco está puesto en el mercado interno es limitado, porque el consumo anual de pescado oscila cerca de los 5 kilos anuales por habitante, contra casi 60 kilos de carne vacuna. Por eso cree que hay que apuntar a la exportación.
El miércoles 28 de noviembre, junto con la inauguración de la Estación Acuicultura Salto Grande, se realizará un jornada técnica sobre piscicultura a partir de las 9. Los interesados pueden inscribirse en la página web del INTA Concordia.
Fuente: https://www.clarin.com/rural/acuicultura-negocio-redondo-gran-potencial-region-centro_0_t74EsFI_v.html
Foto: Clarin