Hace pocos días tuvo lugar el diálogo ‘El futuro de la Pesca y la Acuacultura’ organizado por el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca) mexicano en el marco de su 60 aniversario. Durante la conferencia, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, destacó el papel fundamental de la pesca y acuicultura en la producción y disponibilidad de alimentos sanos y nutritivos, a la vez que reconoció el trabajo de los investigadores del Inapesca y su contribución como “brazo técnico y científico”, orientado a la conservación y sustentabilidad de estas actividades económicas en el país.
Según Villalobos Arámbula, con la asistencia científica y técnica del Inapesca para lograr una actividad sustentable e inclusiva, el Gobierno de México promueve políticas públicas y acciones para aprovechar el alto potencial productivo de la pesca, la acuicultura y la maricultura del país.
Ese es el motivo por el que se trabaja en programas y componentes que permitan incorporar más investigación y tecnología para la conservación y aprovechamiento de los recursos del mar y sistemas acuícolas, agregó.
El secretario comentó que la investigación del Inapesca permite avanzar hacia una mayor conservación y aprovechamiento de los recursos del mar y la acuicultura, en respuesta al horizonte 2050, con mayor población y necesidades alimenticias variables.
“El sector primario debe transitar hacia una actividad más responsable, con el cuidado de los suelos, agua y recursos marítimos, para alcanzar una producción de alimentos sostenible e inclusiva, a través del acompañamiento del conocimiento, la ciencia y la tecnología”, apuntó Villalobos Arámbula.
La producción acuícola tiene un papel fundamental en el futuro
Por su parte, el titular del Inapesca, Pablo Arenas Fuentes, resaltó que la producción sustentable acuícola y, en particular, la de la maricultura, deben jugar un papel fundamental en el futuro, ante la escasez de agua dulce y porque la pesca tradicional está en su límite productivo, sin posibilidades de duplicar o triplicar sus volúmenes de captura.
Para mantener una producción sustentable a largo plazo, dijo, se requiere de la investigación pesquera, la cual arroja datos sobre dónde y en qué cantidad se encuentran los recursos del mar. “Si no se sabe con qué recursos se cuenta, no se puede administrar, debido a que lo que no se conoce se pierde, se diluye y se desperdicia”, anotó.
Arenas Fuentes consideró que una pesquería con salud está bien manejada, y para ello se requiere de la ciencia, de un orden y de la aplicación efectiva de la ley, con mejor inspección y vigilancia, pues las tres cosas van de la mano.
El directivo expuso que el trabajo del Instituto –creado hace 60 años como Instituto Nacional de Investigaciones Biológico Pesqueras y con Mauro Cárdenas como su primer director– coadyuva a la toma de decisiones en beneficio de productores de pequeña escala, un sector que debe avanzar en su organización con fines productivos.
Según Arenas, en los municipios costeros el nivel de pobreza alimentaria es menor gracias a las características propias de la pesca y acuicultura, hecho que llama a fomentar una actividad resiliente, sostenible, rentable e inclusiva
Actividad resiliente, sostenible, rentable e inclusiva
La embajadora de México en Chile, Alicia Bárcena Ibarra, presente en el acto afirmó que aplicar el esquema ‘Sembrando Vida’ a las unidades de acuicultura, pesca de pequeña escala y artesanal, favorecerá directamente a las comunidades dedicadas a esta actividad y coadyuvará en la reconstrucción del tejido social, transferencia de conocimientos, recuperación de ecosistemas, y potenciación de la productividad.
Bárcena aseguró que, a escala mundial, se llegó a la conclusión de que la solución al cambio climático estará en los océanos y eso nos debe convocar a todos a poner fin a la pesca excesiva e implementar prácticas de manejo más sostenibles.
La ex secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señaló a su vez que para confrontar el gran desafío del cambio climático se debe poner énfasis en la adaptación climática de las zonas costeras y grandes cuencas hídricas del país y hacer de la acuicultura y la pesca una actividad resiliente, sostenible, rentable e inclusiva.
Políticas públicas fortalecedoras
El investigador del Inapesca, Miguel Ángel Cisneros Mata, manifestó que el Estado tiene que conformar políticas públicas que fortalezcan la naturaleza resiliente de la pesquería nacional y se priorice la atención a los trabajadores del subsector en materia de acceso a servicios de salud y educación, entre otros, que permitan mejorar su bienestar y capacidad productiva.