En un seminario online realizado hace pocos días, los académicos del Instituto de Economía de la Universidad Católica chilena, Raimundo Soto y Hugo Silva, presentaron las conclusiones del Estudio ‘Externalidades y Regulación de la Industria del Salmón en Chile y el resto del mundo’. A partir de la comparación de las experiencias y regulaciones de países líderes en producción de salmón, el escrito propone cómo mejorar la regulación de la salmonicultura en Chile, pensando en el desarrollo sostenible de la actividad de cara a las próximas décadas.
El estudio realiza un análisis de la evolución de la normativa en países productores de salmón en el hemisferio norte (Noruega, Escocia y Canadá) y lo compara con la actual regulación de la salmonicultura chilena.
Además, detalla el caso escandinavo, que mediante la experimentación con muchos sistemas distintos en el último medio siglo, ha podido implementar una regulación relativamente simple que permite un rápido crecimiento de la industria manteniendo exigentes estándares ambientales.
“Este estudio aporta valiosa información y experiencias comparadas de otros países para analizar y construir entre todos los actores una estrategia de largo plazo como país, para potenciar el desarrollo competitivo y sostenible de la salmonicultura y seguir aportando así al progreso de la macrozona sur”, sostuvo la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Joanna Davidovich, gremio que reúne a las empresas productoras AquaChile, Australis, Cermaq, Mowi y Salmones Aysén.
La representante sectorial agregó que “Chile tiene ventajas comparativas para cultivar salmón en sus mares y ha logrado posicionarse en el mundo como un exportador relevante. Frente a una creciente demanda mundial, debemos aprovechar esa oportunidad y ver cómo potenciar esta actividad y toda la cadena de valor conformada por emprendimientos y proveedores, cuidando el medioambiente en que se desarrolla”.
Participación de mercado del alrededor del 30%
Por su parte, los dos autores del informe destacaron la necesidad de abordar el desarrollo de esta actividad con alto potencial de crecimiento en Chile con mirada de largo plazo.
“Chile es actualmente el segundo productor de salmones en el mundo con una participación de mercado aproximada de 30%. Uno de los principales desafíos que enfrenta el país en este ámbito es estudiar y definir cómo aumentar la competitividad de la salmonicultura nacional para mantener las ventajas comparativas actuales y en armonía con el medioambiente”, sostuvo Soto.
Mientras tanto, Silva advirtió que, considerando las estrategias de los otros países productores de salmón, si Chile no toma su liderazgo, en el año 2050 podría perder su rol en el contexto mundial y con ello reducir los beneficios socioeconómicos de esta área productiva, especialmente los concentrados en las regiones de Los Lagos, Aysén, y Magallanes.
Avanzar en la mejora de los estándares de la actividad
Además de Soto, en la presentación del estudio participaron el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas; la directora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral, Sandra Bravo; y el presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad, Raphael Bergoeing.
Para Salas, “este estudio, así como otros que hemos conocido, aporta diferentes perspectivas y análisis que es importante conocer y contrastar para avanzar en la elevación de estándares para la actividad salmonicultura. Como gobierno, estamos impulsando la coordinación intersectorial necesaria para construir un enfoque de transición justa, que posibilite el desarrollo de una salmonicultura sustentable que gradualmente debe ir saliendo de las áreas protegidas”.
“Esta es una actividad económica y socialmente relevante, por eso urge avanzar en la modernización de los procesos de producción y la normativa vigente. Solo así se puede asegurar en el largo plazo una salmonicultura sostenible, competitiva, ecológicamente responsable y en contacto con las comunidades”, agregó el subsecretario.
Evolución de las medidas regulatorias
Por su parte, Bravo señaló que el estudio aporta importante información respecto a cómo las medidas regulatorias implementadas por los países productores de salmón han ido evolucionando en el tiempo, con la finalidad de hacer sustentable su operación.
La industria del salmón es una importante actividad económica para Chile y relevante para la zona austral, por lo que es necesario contar con regulaciones basadas en el conocimiento científico y en la situación local, de tal forma minimizar los impactos generados en el medioambiente y asegurar su competitividad frente a los otros países productores de salmón.
En tanto, Bergoeing indicó que “el principal desafío de la industria del salmón en Chile es crecer más y mejor, esto es, de manera sostenida y sustentable. Ello exige una adecuada regulación desde el Estado, así como una estrategia privada y de largo plazo que mejore la productividad de la industria”.