Por: Antonio Garza de Yta, Ph.D. Presidente, Aquaculture without Frontiers (AwF)
Contrario a lo que pudiera pensarse, o debería ocurrir, la profesionalización del sector está subvaluada. Los conocimientos técnicos no son considerados como una prioridad y, se llega a pensar, que la acuicultura no es una actividad interconectada, de manera directa, con el desarrollo científico y que se requiere entender los detalles finos del sector, para poder identificar problemas y proponer soluciones.
Últimamente, contrario a lo que pudiera pensarse, o debería ocurrir, la profesionalización del sector está subvaluada. Los conocimientos técnicos no son considerados como una prioridad y, se llega a pensar, que la acuicultura no es una actividad interconectada, de manera directa, con el desarrollo científico y que se requiere entender los detalles finos del sector, para poder identificar problemas y proponer soluciones.
Hace poco atendí una feria comercial de agricultura vertical y entendí cuán abrumadora puede llegar a sentirse la gente, sin experiencia, en un evento de acuicultura. Todo era nuevo para mí y todo sonaba fascinante. Podría llegarse a creer que cualquier emprendimiento en esta actividad sería un éxito rotundo, lo cual obviamente está lejos de la realidad.
Solo un ojo experto puede diferenciar a las empresas serias, de las empresas que se dedican a la charlatanería y a vender espejitos. En el caso de las empresas acuícolas, solo un experto puede distinguir quién dice la verdad y quién miente para hacer una venta.
“La experiencia y los años en el sector, también, permiten que se distinga a los profesionales de quiénes no lo son y de quiénes tratan de engañar a nuevos inversionistas, vendiendo ideas que pueden sonar apasionantes, pero sin sustento.”
Recientemente, vi uno de los informes más bonitos que haya visto en mi carrera, lleno de gráficas, cifras, imágenes, pero, por desgracia, con errores fundamentales. Todos los proyectos en Excel son maravillosos y, si modificamos artificialmente supervivencia, tasa de crecimiento, conversión alimenticia y/o biomasa a la cosecha, cualquier proyecto puede parecer una mina de oro.
La acuicultura es parte del sector primario, y aunque puede ser muy buen negocio, si se realiza adecuadamente, somos una actividad primaria, y no se nos debe promocionar, evaluar o comparar con otro tipo de actividades que no son equiparables. Solo un profesional del sector puede identificar los detalles que pueden hacer o deshacer un proyecto.
También, en tiempos recientes, me he sentado en varios consejos, donde se toman decisiones basadas en las apariencias, tomadas por un grupo de expertos financieros y/o políticos que no tienen experiencia en la acuicultura y que, muy probablemente, no volverán a involucrarse con ella una vez que termine su encomienda.
Por lo general, no se toman las decisiones correctas debido a que se buscan resultados inmediatos, sin entender que, por ser una actividad relativamente nueva, todavía se necesita hacer mucha inversión en desarrollo tecnológico, genética, nutrición, control de enfermedades, desarrollo de capacidades, entre otros.
Además, se debe de invertir en construir la columna vertebral de la acuicultura, antes de imaginar proyectos faraónicos. En el otro lado del espectro, en ocasiones, por romanticismo y falta de conocimiento del sector y de un buen modelo económico, se promueven acciones a muy pequeña escala que desgraciadamente no llegarán muy lejos y terminarán siendo solo buenas intenciones.
“Creo que es más fácil que un experto acuícola, quien ha recibido un entrenamiento financiero y tiene un cargo político, tome las riendas de las decisiones, que alguien que está solamente de paso.”
La historia de malas decisiones, y de falta de visión, en inversiones, compañías y gobiernos por falta de experiencia en el sector, habla por sí sola. Debemos seguir empujando con la finalidad de que el sector se siga profesionalizando, y lograr se tome en cuenta a los profesionales para la toma de decisiones.
Desde el emprendedor o el inversionista, hasta los consejos corporativos o de gobierno el profesional, es indispensable para aumentar significativamente las probabilidades de éxito. Se debe respetar y valorar el esfuerzo y dedicación de las personas, y reconocer a quién ha adquirido la experiencia necesaria.
Sigamos impulsando la profesionalización del sector y su importancia en el futuro de la alimentación mundial. #AQUACULTURENOW
Antonio Garza cuenta con Maestría y Doctorado en Acuicultura por la Universidad de Auburn, EE.UU.
Actualmente, es Presidente, Aquaculture without Frontiers (AwF). Rector, Universidad Tecnológica del Mar de Tamaulipas Bicentenario (UTMarT)
Fué Presidente-Electo, Sociedad Mundial de Acuacultura (WAS)
Experto acuícola, consultor de la FAO, así como especialista en planeación estratégica.
Ex-director de Extensión y Entrenamiento Internacional de la Universidad de Auburn y creador de la Certificación para Profesionales en Acuicultura.
Fundador de la Iniciativa Global para la Vida y el Liderazgo a través de los Productos Pesqueros.
Recientemente fungió como Director General de Planeación, Programación y Evaluación de la CONAPESCA, en México.
Su trabajo lo ha llevado a participar en el desarrollo de proyectos alrededor del mundo.