Por: Redacción de PAM*
El cultivo de camarones desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria y contribuye al desarrollo económico de múltiples regiones en el mundo. Sin embargo, al igual que otras industrias de producción animal, se enfrenta a un escrutinio cada vez mayor en relación con las prácticas acuícolas que pueden afectar de forma negativa el bienestar de estos organismos, entre las cuales destaca la ablación del pedúnculo ocular.
Introducción
El cultivo de camarones desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria mundial y contribuye al desarrollo económico de múltiples regiones a escala global. Sin embargo, al igual que otras industrias de producción animal, se enfrenta a un escrutinio cada vez mayor en relación con las prácticas acuícolas que pueden afectar de forma negativa el bienestar de estos organismos.
Una de las prácticas que suscitan mayor controversia es la ablación del pedúnculo ocular, la cual implica la extirpación o el deterioro del ojo con el propósito de estimular la maduración ovárica y el rendimiento reproductivo de las hembras reproductoras. Si bien esta controvertida práctica ha sido ampliamente adoptada por su demostrada eficacia en la productividad de los criaderos, no ha estado exenta de suscitar preocupaciones en materia de bienestar, y ha sido prohibida en algunos lugares.
A modo ilustrativo, los supermercados Tesco (Reino Unido) han anunciado en su “Política de bienestar de los crustáceos decápodos de criadero” de 2024 que, solo aceptarán postlarvas de hembras no ablacionadas de Penaeus vannamei y P. monodon a partir de 2026 y 2027 respectivamente. La ablación, si bien es efectiva en términos comerciales, genera una marcada aversión por parte del público. De allí que, el debate es un delicado equilibrio entre la aceptación social y la realidad de garantizar una alta productividad en la acuicultura moderna.
El presente artículo de opinión diserta sobre la ablación de los pedúnculos oculares en la acuicultura del camarón. Para ello, se ha llevado a cabo una valoración crítica de dicha práctica, así como de su base científica, y las implicaciones más amplias para el bienestar del camarón. Al establecer comparaciones con la industria ganadera terrestre, el objetivo es resaltar las complejidades inherentes a esta práctica y la manera en que la ciencia puede contribuir al progreso futuro, tomando en consideración la viabilidad de la industria y la seguridad alimentaria frente a las repercusiones en el bienestar animal.

La práctica de la ablación del pedúnculo ocular en el cultivo de camarones
El pedúnculo ocular del camarón alberga los órganos encargados de la producción de las hormonas inhibidoras ováricas. La ablación del pedúnculo ocular se define como la extirpación completa o el deterioro de un globo ocular y su pedúnculo ocular. La ablación se lleva a cabo en hembras reproductoras en criaderos con el propósito de acelerar la maduración ovárica y reducir la inhibición hormonal reproductiva. A pesar de la diversidad de métodos empleados, el más común es la cauterización.
El procedimiento es rápido (menos de un minuto) y se realiza en cada hembra reproductora mientras está “consciente” (es decir, sin sedación). El uso de anestésicos es inconsistente en las diferentes industrias, debido a la falta de conocimiento sobre la eficacia y los beneficios de este “alivio del dolor”. La ablación se ha empleado durante décadas en los criaderos comerciales como un método fiable para garantizar un suministro constante de larvas de camarón.
No obstante, es preciso señalar que esta práctica suscita grandes inquietudes en lo que respecta al bienestar animal, debido a que conlleva una serie de cambios físicos y fisiológicos, así como la posible aparición de dolores y alteraciones en los sistemas neurológico, endocrino e inmunológico del camarón. La extirpación de un órgano sensorial de tal magnitud puede resultar en un estado de estrés y malestar innecesarios, afectando así el bienestar del individuo. Asimismo, se plantea la cuestión de si la práctica es éticamente aceptable.
Perspectivas científicas sobre la sensibilidad de los camarones
En el debate sobre el bienestar, se plantean preguntas acerca de la sensibilidad de los camarones y su capacidad para experimentar sensaciones subjetivas, tales como dolor, sufrimiento y otros estados afectivos. La sensibilidad desempeña un papel fundamental a la hora de determinar el impacto de las intervenciones invasivas en los sistemas de producción animal sobre el bienestar, así como en los juicios éticos.
La sensibilidad de los camarones sigue siendo un tema de debate, y un aspecto crucial para determinar si poseen la capacidad de experimentar “dolor” más allá de la simple nocicepción. Los camarones carecen de una estructura cerebral centralizada, lo que dificulta la evaluación de su capacidad para percibir el dolor en comparación con los demás taxones.
Existen pruebas concluyentes que demuestran respuestas conductuales a la exposición a estímulos nocivos y a la ablación. Aun así, es importante destacar que, hasta el momento, no se han obtenido pruebas científicas suficientes para concluir si estas respuestas son solo nocicepción, es decir, una respuesta fisiológica a estímulos nocivos que no necesariamente equivale a una experiencia consciente del dolor.
La complejidad científica inherente a la neurobiología de los decápodos subraya la importancia de continuar con las investigaciones antes de poder realizar afirmaciones definitivas sobre la sensibilidad de los camarones, aunque algunas regiones del mundo ya la han reconocido. Esta medida se alinea con el principio de precaución y aborda las posibles implicaciones éticas y de bienestar asociadas a la falta de sensibilidad. En el año 2022, el gobierno del Reino Unido amplió el alcance de su Ley de Bienestar Animal (Sensibilidad) para incluir a los decápodos como seres sensibles.
En el ámbito de los decápodos, existen limitadas evidencias que permitan validar o refutar la hipótesis de la sensibilidad de los camarones. Por lo tanto, existe una necesidad constante de datos científicos sólidos que pueda orientar cualquier decisión política futura. Independientemente de las pruebas científicas que respaldan o contradicen la sensibilidad, la práctica de la ablación genera una marcada aversión pública.

¿Hay alternativas a la ablación?
Dada la naturaleza controvertida de la ablación y las recientes prohibiciones de esta práctica, se debe considerar cuáles podrían ser las alternativas y sus implicaciones. Los camarones P. vannamei, también conocidos como camarones peneidos, son la familia de mayor relevancia en el ámbito de la producción acuícola a escala global. Los avances en la cría y selección de esta especie han permitido la eliminación gradual de la ablación mediante el desarrollo de líneas de reproductores domesticados que desovan en altos niveles en cautiverio.
En el caso de otra especie clave para la acuicultura, P. monodon, la industria mundial sigue dependiendo en gran medida de los reproductores silvestre y de las prácticas de ablación. Para eliminar la ablación y alcanzar el mismo nivel comercial de suministro de larvas de P. monodon, se requeriría una población de reproductores considerablemente mayor. Este hecho conlleva implicaciones económicas y supone la incorporación de un criterio de proporcionalidad para los organismos. Si bien la práctica de la ablación puede tener implicaciones éticas y de bienestar, optimiza el número de reproductores necesarios.
Esta medida se alinea con el principio ético de “reducción”, que se aplica en las consideraciones sobre el uso de animales en investigación, y tendría implicaciones éticas similares en contextos comerciales. Determinar si resulta preferible que unos pocos organismos sean sometidos a la ablación de los pedúnculos oculares para reducir el uso de más camarones en el criadero constituye un desafío y, en última instancia, depende de las perspectivas éticas.
Se ha dedicado un considerable esfuerzo de investigación destinado a encontrar alternativas y, en consecuencia, eliminar la práctica de la ablación del pedúnculo ocular. Se está incrementando el conocimiento sobre la fisiología y la endocrinología del camarón, aunque a un ritmo que no permite el rápido desarrollo de soluciones tecnológicas para la industria. Es preciso señalar que aún se requiere una mayor comprensión acerca del complejo proceso de la vitelogénesis en los crustáceos, incluyendo la función de las hormonas estimulantes e inhibidoras. Se han realizado pruebas con diversas moléculas, incluyendo neurotransmisores (y sus antagonistas), juvenoides, prostaglandinas y esteroides, administrados mediante inyección o dieta, ya sea de manera individual o combinada.
Otra alternativa potencial es el silenciamiento de la hormona inhibidora de la vitelogénesis (VIH, por sus siglas en inglés) mediante interferencia de ARN (ARNi) empleando ARN bicatenario inyectado. Hasta que las tecnologías estén completamente desarrolladas y adaptadas, el impacto negativo temporal en los organismos debido a la manipulación y la inyección sigue siendo un reto por superar. Existen indicios que demuestran que las modulaciones nutricionales y ambientales pueden aumentar las tasas de desove natural; sin embargo, es imperativo realizar investigaciones adicionales a escala comercial.

Lecciones extraídas de la industria ganadera terrestre
Las alteraciones físicas que se practican a los animales en la industria comercial no se limitan a la acuicultura, ni son nuevas en la producción animal. La industria ganadera terrestre ha estado realizando múltiples alteraciones físicas (también conocidas como “prácticas ganaderas dolorosas”) durante décadas. Por ejemplo, el recorte del pico en gallinas ponedoras, la castración y el mulesing en ovejas, la castración y el descornado en ganado vacuno, el marcado de orejas y el marcado con hierro candente para fines de identificación, entre otras.
Estas prácticas invasivas conllevan implicaciones para el bienestar de los animales que se someten a alteraciones físicas, experimentando dolor tanto a corto como a largo plazo. No llevar a cabo estas prácticas también tiene implicaciones para el bienestar: las ovejas no sometidas a mulesing muestran una mayor propensión a la miasis, mientras que las gallinas sin recorte de pico pueden sufrir lesiones graves entre sí durante el picoteo. Por lo tanto, se deduce que los animales individuales se benefician tanto de manera directa como indirecta de la mejora de la salud del rebaño.
En comparación, la castración del ganado vacuno presenta beneficios tanto en el bienestar como en la producción, al evitar la reproducción no deseada, facilitar el manejo y mejorar la calidad de la carne. La ablación del pedúnculo ocular en los camarones no reporta beneficios para el animal individual, pero sí contribuye a aumentar la eficiencia reproductiva, lo que a su vez reduce el número de camarones reproductores que es necesario criar y utilizar en el criadero.
En cierta medida, la justificación se asemeja al marco ético utilitarista aplicado al uso de animales en la investigación. En el ámbito de la investigación con animales, los potenciales efectos adversos de los procedimientos realizados en una cantidad limitada de especímenes pueden ser justificados por los beneficios esperados para la salud y/o el bienestar de los seres humanos o de los animales.
El uso de prácticas ganaderas en ciertos animales para promover el bienestar de una población más amplia no es equiparable a la ética de la investigación, que tiene el potencial de beneficiar a una cantidad mucho mayor de animales. La similitud entre ambos enfoques se centra principalmente en el compromiso ético utilitario, que respalda la aceptación de procedimientos potencialmente aversivos por parte de unos pocos con el fin de mejorar el bienestar colectivo.
A pesar de los posibles beneficios para el bienestar que aportan las modificaciones físicas y la necesidad de satisfacer la demanda de proteínas de los consumidores, estas prácticas son consideradas públicamente como indeseables y son el motor que impulsa muchas voces a favor del cambio en la ganadería. Es por ello que existe una colaboración continua entre la industria ganadera y la comunidad científica, con el objetivo de identificar alternativas a los procedimientos invasivos que mejoren el bienestar animal, minimicen el daño y mantengan la viabilidad de la industria.

Bienestar animal en la industria acuícola
Los debates actuales sobre el bienestar en el cultivo de camarones muestran similitudes con los desafíos históricos enfrentados por la industria ganadera terrestre. La acuicultura del camarón se encuentra en una etapa inicial en lo que respecta a la ciencia relacionada con el bienestar. Existen sistemas de certificación para las especies acuícolas que ofrecen orientación y garantías a los consumidores sobre la aplicación de las mejores prácticas.
Por ejemplo, la norma Mejores Prácticas Acuícolas (BAP, por sus siglas en inglés) para criaderos aborda la implementación de la Sección de Bienestar Animal (AWS) del Plan de Gestión Sanitaria, con la intención de que la AWS describa específicamente cómo se debe tratar a los reproductores. Esta incluye, entre otras cosas, las intervenciones empleadas para inducir la maduración o el desove, como ablación del pedúnculo ocular en los camarones, inyección de hormonas en peces, extracción manual de óvulos y esperma y/o sacrificio de reproductores de cualquier especie.
Los procedimientos se deben diseñar para minimizar el sufrimiento de los organismos. En lo que respecta a la gestión general de los camarones, la cual no está directamente relacionada con la ablación, la Norma para el Camarón del Consejo de Administración de Acuicultura (ASC, por sus siglas en inglés) consta de dos secciones (5 y 6) que se centran en el tema del bienestar. Es importante destacar que las normas no contienen “indicadores operativos de bienestar” directos basados en los organismos, más allá del control rutinario de la salud y el requisito general de que los acuicultores operen de manera que se garantice una alta supervivencia del camarón.
Las normas de BAP se centran predominantemente en las mejores prácticas de gestión. Se han emitido declaraciones de carácter general en relación con la provisión de recursos e insumos apropiados para los organismos, así como la garantía del control de su salud y comportamiento, y la prevención de enfermedades. Los indicadores operativos de bienestar se describen más relacionados con los peces, con aplicabilidad a los crustáceos, y se fundamentan en que los productores posean conocimiento acerca de sus cultivos (por ejemplo, para detectar el comportamiento normal frente al anormal).
En general, en todos los sistemas de cría, la inclusión de indicadores operativos de bienestar animal en las normas de certificación es limitada, dados los retos que plantea la identificación y la validación de indicadores sólidos y prácticos. La investigación científica actual y continua puede respaldar medidas de bienestar animal más validadas, con el fin de proporcionar herramientas a los productores para la mejora continua de las prácticas de manejo de los camarones.
Consideraciones finales y perspectivas
Para abordar de manera efectiva los aspectos relacionados con la ablación de los pedúnculos oculares, es fundamental una investigación científica continua, la innovación tecnológica y los esfuerzos de colaboración para reducir las alteraciones físicas que pueden causar estrés, manteniendo al mismo tiempo la productividad. Dado el prolongado uso de la ablación en la industria y los esfuerzos de investigación para identificar alternativas, es improbable que se descubra una solución de manera inmediata.
La cría de la especie de peneidos más común en el cultivo (P. vannamei) está experimentando un éxito cada vez mayor, sin necesidad de recurrir a la ablación. Sin embargo, es preciso señalar que aún se requieren avances en la siguiente especie peneida más prevalente, P. monodon.
Se recomienda que, en el futuro inmediato, se priorice la validación de un manejo eficaz provisional del “dolor”, junto con la verificación de la sensibilidad o no de las especies de camarones. Se promueve la implementación de mejoras graduales en las prácticas óptimas, en el marco del equilibrio entre los intereses comerciales y las inquietudes relacionadas con el bienestar.
La validación de medidas sólidas, fundamentadas en el comportamiento de los organismos, que podrían incorporarse a las evaluaciones en las granjas, proporcionaría herramientas para garantizar el bienestar animal optimizado, al tiempo que se mantiene la viabilidad de la industria.
Las referencias y fuentes consultadas por el autor en la elaboración de este artículo están disponibles bajo petición previa a nuestra redacción.
Esta es una versión resumida desarrollada por el equipo editorial de Panorama Acuícola Magazine del artículo “THE SHRIMP WELFARE DILEMMA: A SCIENTIFIC PERSPECTIVE ON EYESTALK ABLATION” escrito por CAMPBELL, D.; COMAN, G.; LEE, C.; SCHMOELZ, S. y ROMBENSO, A. – Agriculture and Food, Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization, Australia. La versión original fue publicada en AGOSTO de 2025 en REVIEWS IN AQUACULTURE. Se puede acceder a la versión completa a través de: https://doi.org/10.1111/raq.70082.