El Grupo Nueva Pescanova ha desarrollado junto a Microsoft la primera granja acuícola inteligente de langostinos del mundo, garantizando así que la cría de Litopenaeus vannamei alcance la cota más exigente en cuanto a calidad, sostenibilidad y bienestar animal, gracias al conocimiento extra que aportan las iniciativas de digitalización vinculadas a la acuicultura 4.0. La primera experiencia de la plataforma Smart Farm se desarrolló en Marfrisco, una de las granjas de cultivo sostenible que Pescanova tiene en la costa de Ecuador.
Para las dos compañías, el proyecto pionero de Marfrisco es un ejemplo de cómo es posible mejorar la eficiencia y sostenibilidad de los cultivos acuícolas, facilitar la predictibilidad del negocio y mejorar la salud y el bienestar animal gracias a la tecnología. “Estamos consumiendo productos más sostenibles y ayudamos a la comunidad local simplemente gracias a la tecnología y cómo optimiza nuestra forma de trabajar. Es lo que mejor que podemos tener, hoy en día, para mejorar nuestro futuro”, aseguró Pedro Morgado, director de Proyectos de IoT en Microsoft.
El proyecto se enmarca en el Plan Estratégico de Acuicultura 4.0, un acuerdo de colaboración de Nueva Pescanova y Microsoft para desarrollar soluciones que buscan optimizar los procesos de acuicultura y la mejora de la salud y el bienestar animal mediante la I+D+i continua. El objetivo es avanzar, entre otros, en el impulso de programas de innovación para la protección del medio marino y garantizar la sostenibilidad de las especies con en el desarrollo de nuevas tecnologías en acuicultura, así como en la mejora de los procesos productivos. Y, sobre todo, incentivar la cultura digital en los países donde Pescanova desarrolla acuicultura.

Digitalización de más de 6,500 hectáreas de cultivo
La iniciativa se desarrolló inicialmente en Marfrisco y, posteriormente, se ha desplegado en un total de 14 granjas. Esto supone la digitalización de más de 6,500 hectáreas de cultivo y de más de 150 empleados de Pescanova.
La empresa de origen español trabajó junto a Microsoft para desarrollar la plataforma Smart Farm, que recopila diferentes datos de interés, desde los niveles de oxígeno y la temperatura hasta los organismos por metro cuadrado, y proporciona información y alertas para ayudar a los trabajadores a aprovechar los recursos y mejorar la sostenibilidad y el bienestar animal.
El proyecto se llevó a cabo en menos de un año y les ha permitido ya alcanzar los resultados que tenían previstos para 2024: han pasado de contar con 800 kilos de crustáceos por hectárea a 3,200 y se ha ampliado la contratación de trabajadores del entorno local, convirtiéndose así en una de las granjas con mayor productividad y rentabilidad de Pescanova.
Necesidad de transformación digital en Marfrisco
Según explican desde Microsoft, los trabajadores de Marfrisco recorrían en barca, y de forma recurrente a lo largo del día, los diferentes estanques del cultivo para alimentar a los langostinos de forma manual. La tarea, físicamente muy exigente, necesitaba ser transformada de manera digital para mejorar tanto las condiciones del cultivo como de los empleados.
“En Pescanova, buscábamos ser el referente mundial en acuicultura en los próximos cuatro años. Si queríamos saber cuántos animales había en cada área y si el agua contaba con las condiciones más favorables, necesitábamos tecnología para ello”, explica Javier Aguilera, director de Acuicultura de Nueva Pescanova. “El principal reto era la ubicación de Marfrisco. Queríamos desarrollar conexiones e Inteligencia Artificial en un lugar donde ni siquiera es posible utilizar el teléfono móvil”.
Para abordar este proceso de digitalización, Nueva Pescanova apostó por Microsoft. “No contábamos con datos históricos ni ninguna plataforma digital previa, por lo que tuvimos que ser disruptivos desde el primer día. Decidimos aplicar la predicción manual a la Inteligencia Artificial de Microsoft y tuvimos un éxito tremendo”, señala Guillermo Renancio, director de Tecnología del grupo.
Construir una plataforma predictiva
El equipo de Microsoft responsable del despliegue se dio cuenta de que la información que necesitaban para construir una plataforma predictiva estaba en la mente de los acuicultores de Pescanova: les entrevistaron y aplicaron su conocimiento a diferentes sensores ubicados en los estanques, utilizando sensores IoT. Igualmente, se instalaron hidrófonos (micrófonos diseñados para trabajar sumergidos en el medio acuático y escuchar los patrones de alimentación de los langostinos) y alimentadores automáticos de diferentes proveedores.
A través de la Inteligencia Artificial, Microsoft 365 y Azure, la nube de Microsoft, Nueva Pescanova pudo ampliar el conocimiento de la información extraída de los animales masticando captados bajo el agua. Este indica la presencia de crustáceos en cada uno de los sectores de los estanques y la frecuencia de masticación cuando se alimentan. De ese modo, es posible extrapolar la cantidad de alimento que demandan, cuándo se sacian o cuándo vuelven a tener hambre.
Junto con la implantación de Smart Farm, ambas compañías diseñaron un programa de capacitación para que los acuicultores transformaran su actividad diaria aprovechando la tecnología para reducir las tareas de carácter físico y hacer su labor más cómoda y efectiva. “Ha sido un proceso muy rápido. Hemos implementado todos los cambios en menos de un año y los indicadores de nuestra explotación han pasado de estar a la cola a situarse entre los primeros puestos”, explicó Omar Portugal, director de la granja de Marfrisco en Pescanova.