El Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR) chileno desarrolló hace pocos días el simposio ‘Acuicultura de Pequeña Escala: Una reflexión multidimensional para su desarrollo sustentable’. Con el evento realizado en el marco del XLI Congreso de Ciencias del Mar de Chile, el INCAR buscó analizar, promover y potenciar la colaboración para la sostenibilidad de la actividad.
El simposio tuvo como objetivo central difundir resultados de diversos grupos de investigación como también la perspectiva del Estado, así como promover sinergias entre los distintos actores atingentes al sector, “motivando una discusión con base científico-técnica sobre cómo promover el desarrollo sustentable de la Acuicultura de Pequeña Escala (APE) en Chile”, dijo el director de INCAR, Renato Quiñones.
“La APE presenta brechas tecnológicas, ambientales, sociales, organizacionales y económicas, por lo tanto, se tienen que abordar desde un enfoque multidimensional que dé sustento a políticas públicas y medidas de manejo que permitan la disminución de estas brechas”, resaltó Quiñones.
Apoyo y vinculación con pequeños acuicultores
El evento contó con las presentaciones de la profesional de la Unidad de Gestión y Análisis de Procesos de Acuicultura de SubPesca, Daisy Carreño; del Investigador senior del Departamento de Repoblación y Cultivo de la División de Investigación en Acuicultura, IFOP, Luis Henríquez; del director del Programa de Acuicultura en Áreas de Manejo de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, Cristian Sepúlveda; y de los Investigadores adjuntos de INCAR, Carlos Molinet, César Salazar y Marjorie Baquedano.
“Los expertos abordaron, entre otros aspectos, el reglamento APE, el rol ecológico de la actividad, los desafíos de la acuicultura en áreas de manejo, la provisión de juveniles, además de profundizar dos aspectos de la APE de algas en Chile: los patrones de transición de los pescadores y agricultores para migrar hacia la acuicultura de pequeña escala, y las diferencias de género y roles que existen en la actividad.”
“El Simposio permitió discutir desde distintas miradas, incluyendo a la academia, el estado y grupos técnicos que han desarrollado extensionismo, la importancia de las APEs, resaltando los avances en normativa, el conocimiento de los ecosistemas y las dimensiones sociales y económicas identificando puntos críticos que podrían entregar una base para la sustentabilidad de esta actividad en Chile”, destacó el encargado de Vinculación con la Sociedad del INCAR, Pablo Carrasco.
“Para nuestro centro, el apoyo y vinculación con pequeños acuicultores ha sido un objetivo central que nos ha permitido contribuir a la acuicultura nacional en todos su niveles y dimensiones”, agregó Carrasco.
El flamante Reglamento de las APEs
Si bien se trata de una actividad que cuenta con más de 40 años de historia en el país, no fue hasta el 24 de febrero de 2022 que el Diario Oficial chileno publicó el Reglamento para la Acuicultura de Pequeña Escala. “La ordenanza, impulsada por la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura (SubPesca), implica reconocer formalmente a la APE, como una actividad que cuenta con varias décadas de historia en el país y que será clave para el desarrollo y proyección del sector pesquero artesanal chileno”, explicó Carreño, quien abrió la ronda de presentaciones.
“La profesional resaltó que el reglamento fue diseñado con seis ejes estratégicos para los pequeños acuicultores.”
El primero es sobre la identificación de este segmento, donde existirá un registro de acuicultores/as de pequeña escala que permitirá darle reconocimiento y visibilidad a quienes desarrollan esta actividad.
En tanto, el segundo es la incorporación de nuevos actores y espacios, como la acuicultura en caletas pesqueras, espacios costeros marinos de los pueblos originarios (ECMPO) y la captación de semillas de recursos hidrobiológicos desde el medio natural.
El tercer eje, por otra parte, tiene que ver con la facilitación del acceso a los medios para el desarrollo de la actividad, toda vez que la formalización permitirá que los acuicultores/as de pequeña escala tengan acceso a crédito o a instrumentos de fomento para el desarrollo de la actividad, asistencia técnica en todas las etapas de la cadena productiva y apoyo para llevar adelante la comercialización de los productos.
“El Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala (INDESPA) jugará un rol clave para este objetivo.”
En tanto, el eje número cuatro apunta a la facilitación del acceso y cumplimiento de requisitos normativos, donde se simplificarán trámites para acceder a la actividad y disminuirán los tiempos de tramitación, funcionamiento y cierre.
El quinto eje, por su parte, es el fomento del cultivo multitrófico, por cuanto se facilitará la diversificación de los cultivos sin necesidad de modificar los proyectos técnicos atendido sus beneficios ecológicos (biomitigación de nutrientes y desarrollo de sinergias entre especies cocultivadas).
Finalmente, el eje número seis aborda medidas de mitigación al cambio climático, ya que permitirá a los productores disponer de un portafolio de especies posibles de cultivar, otorgándoles una herramienta concreta de adaptación a los efectos del cambio climático y a las posibles variaciones de mercado que deban enfrentar.
