Se trata del primer piloto en Perú que monitoreará de forma remota la calidad del agua utilizando tecnología de Internet y permitiendo mejorar la respuesta ante brotes de enfermedades en la especie
Con el objetivo de fortalecer la gestión sanitaria y las buenas prácticas en el cultivo del langostino blanco, se puso en marcha hace muy pocos días en Tumbes, Perú, la iniciativa “Acuicultura Inteligente y Sostenible mediante Bioseguridad Eficaz y Tecnología Digital”. El puntapié inicial lo dio el encendido de los sensores de calidad de agua del proyecto impulsado por la Autoridad Nacional de Sanidad e Inocuidad en Pesca y Acuicultura (Sanipes) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La instalación de sensores de calidad de agua servirá para monitorear y gestionar los factores de riesgo sanitario en la producción del langostino blanco, pues permite el monitoreo en tiempo real de parámetros críticos, como la temperatura, el pH, la salinidad y el oxígeno disuelto, factores que influyen en la salud de los langostinos.
El ministro de la Producción, Sergio González, destacó el gran aporte que tendrán los sensores en el sector langostinero. “El uso de sensores en las langostineras seleccionadas marca un hito en la acuicultura nacional, al implementar un sistema pionero de captura remota de datos de calidad de agua mediante tecnología del Internet de las Cosas. Estos datos serán analizados con herramientas de inteligencia artificial para mejorar la predictibilidad ante posibles riesgos sanitarios”, puntualizó.
El langostino blanco es una de las principales especies de exportación en el Perú, con una cadena de valor que alcanzó 47 mil toneladas métricas brutas (TMB), las cuales registraron un valor de USD 264 millones FOB durante el año 2023.

Desarrollo de un algoritmo de machine learning
Según informó la Sanipes, entidad adscrita al Ministerio de la Producción (Produce) de Perú, el uso de los sensores proveerá información que permitirá tomar medidas preventivas ante posibles brotes de enfermedades en el langostino. Asimismo, contribuirá a optimizar el uso los recursos al permitir una toma de decisiones más informada y oportuna, alineada con los objetivos de sostenibilidad del proyecto.
La instalación de los sensores en las langostineras seleccionadas se convierte en el primer piloto a nivel nacional en el proceso de captura remota de calidad de agua, utilizando tecnología de internet de las cosas. La captura de datos será analizada, incluyendo información de importancia productiva y sanitaria, para el desarrollo de un algoritmo de machine learning, que brindará a los actores de la cadena del langostino una herramienta de predictibilidad ante situaciones de riesgo.
La presidenta ejecutiva de Sanipes, Mónica Saavedra, subrayó que la puesta en marcha de los sensores es un hito dentro de la acuicultura peruana, incluso pionera en la región, que refleja el compromiso de la autoridad sanitaria con la innovación tecnológica y la sostenibilidad de esta industria. “Con la puesta en marcha de estos sensores, damos un paso más hacia un futuro donde la acuicultura peruana sea un referente de eficiencia, sostenibilidad y competitividad a nivel mundial”, indicó Saavedra.
Alineados con la visión de la FAO
Por su parte, Fernando Castro, gestor de operaciones en FAO Perú, remarcó la importancia de la digitalización en la acuicultura sostenible. “El uso de tecnologías digitales está transformando la forma en que gestionamos los recursos acuáticos, optimizamos la producción y fortalecemos la resiliencia del sector ante desafíos ambientales y económicos. Esto se alinea con la visión de la FAO sobre la Transformación Azul y la modernización de los sistemas alimentarios”, expresó Castro.