Siempre ha habido una confusión al momento en que se habla de acuicultura con algunas personas, especialmente nóveles funcionarios públicos que llegan a algún puesto de importancia dentro de la agenda pública, y que no terminan de entender del todo de lo que se está hablando.
Por: Artemia Salinas
Por ejemplo, si hablamos de la acuicultura de peces marinos o de camarón, la conversación se debe de situar en un contexto de empresas privadas que están haciendo un importante esfuerzo en desarrollar una industria nueva para la que no hay un marco regulatorio establecido, ni una red de proveeduría de equipos e insumos desarrollada, ni suficiente personal técnico con las habilidades requeridas disponible en el entorno. Esta acuicultura va a generar un desarrollo industrial de productos de bajo volumen, pero de alto valor agregado para mercados selectos, preferentemente de exportación, con la consiguiente derrama económica en su alrededor.
Pero si hablamos de la acuicultura de especies como tilapia, bagre, carpa y rana, solo por mencionar algunas, es muy probable que estemos hablando de micro y pequeñas empresas rurales, muchas de ellas familiares y comunales, que por lo general están aprovechando algún recurso natural ya existente para crear una nueva fuente de autoempleo y alimentación. Esta acuicultura, bajo una política de Estado que impulse su crecimiento, similar a las políticas que impulsan la agricultura, va a desarrollar commodities de gran volumen, para alimentar al pueblo.
Por lo general las dos acuiculturas coexisten en la mayoría de los países, especialmente en los de economías emergentes, y las dos acuiculturas requieren para su crecimiento, de un fuerte impulso del Estado, tanto en inversión financiera, como en el estabelecimiento de una apropiada gobernabilidad para cada una, que facilite su rápida expansión.
Sin embargo, es tan difícil para un político – que llega a administrar la agenda pública de la acuicultura de un país, sin tener una idea clara de lo que se trata, ya no digamos de la experiencia suficiente para hacerlo, como para un técnico ávido de conocimientos y experiencias en la industria, pero con una pobre capacidad de gestión ante senadores y diputados encargados de repartir el dinero de los contribuyentes en el gasto público – gestionar las inversiones que el Estado debe de hacer para consolidar el crecimiento de las dos acuiculturas dentro de estos países, que al final se tiene como resultado la obtención de presupuestos insuficientes e inadecuadamente programados.
Esta falta de visión en muchas ocasiones propicia que se destinen recursos para el desarrollo de programas rurales a empresas que están buscando un desarrollo industrial de la maricultura de peces o camarones, y que recursos para impulsar el desarrollo industrial de regiones costeras, se destinen a proyectos de economías familiares de pequeña escala. Al final no se obtienen los resultados planteados, ya sea porque los recursos para el desarrollo industrial no fueron suficientes, o por que los recursos para el desarrollo rural no generaron la escala industrial para lo que supuestamente fueron aplicados.
Es importante que se considere la coexistencia de estos dos tipos de acuiculturas dentro del contexto gubernamental de “Acuicultura”, para que con base en esta categorización de la industria, se destinen los programas adecuados a cada una, acompañados de las políticas públicas necesarias para su desarrollo, con el objetivo de mejorar la calidad y cantidad de resultados exitosos.
4 ideas sobre “Las dos acuiculturas: la de los productos de alto valor y la que alimentará al pueblo”
Excelente información. Soy productor acuícola.
Estamos para servirles, saludos
Que bueno que sea de utilidad, saludos
Completamente de acuerdo con su publicacion de las dos acuiculturas dentro del tema de produccion. Sin embargo considero salvo su opinion falta otro grupo de acuicultores del cual dependerian estos dos. Me refiero a los investigadores y tecnologos encargados del desarrollo de las tecnologias para los cultivos marinos y que tal vez en este contexto el que menos problemas tiene es la iniciativa privada porque ellos traen sus propias tecnologias y sin embargo se acercan al gobierno para pedirle apoyos dentro de varios temas. Este grupo encargado de desarrollar las tecnologias no encuentran claridad sobre el camino a seguir para darle continuidad al desarrollo de tecnologias propias y es por eso que vamos muy lentos en el tema de maricultura y el grupo mas perjudicado es el pequeño productor aquel que alimentara al pueblo.
Ante esta situacion tan delicada la CONAPESCA tendria que declarar a la maricultura como no apta para el pequeño productor incluido el sector social.
Algunos funcionarios de la CONAPESCA han dicho que la maricultura son grandes ligas y que el pequeño productor tiene muy poco que hacer y si a esto le sumamos los recursos de los programas para la maricultura mal distribuidos.