Por: Alejandro Godoy*
En México recientemente tuvimos elecciones y en septiembre de este año tendremos una nueva administración pública. Este nuevo gobierno encontrará una industria acuícola y pesquera resiliente que, a pesar del poco apoyo gubernamental, sigue firme.
El mercado de pescado y marisco en México lo podemos diagnosticar analizando varios indicadores que reflejan su situación actual y futura. A continuación, describiré a detalle cada uno:
Consumo per cápita
Este es un indicador de consumo importante. Se calcula con la producción nacional, más lo que se importa y restando lo que se exporta, dividido entre todos los mexicanos, generando el consumo aparente per cápita. Este indicador en 2021 fue de 12.36 kg cuando la media mundial es de 20.5 kg.
A pesar de tener una gran extensión territorial costera, nuestro consumo es bajo. Se necesita aclarar que, según mis cálculos, este número es un 15-20% mayor, debido a los consumos en costas y en aguas interiores que no se reportan o registran.
Como podemos observar en la Figura 1, el consumo se ha incrementado desde 1976 al 2021; sin embargo, a partir del final de los 90, con la firma del Tratado de Libre Comercio y con la apertura hacia los mercados internacionales, México inicia una gran dependencia de productos importados que soportan el 30% del consumo actual.

De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (COMECARNE), en 2022 México consumió 36.5 kg per cápita de pollo, 22.8 kg de puerco, 15.7 kg de carne de res y 12.3 kg de pescado y marisco (Figura 2). El aumento en los precios de la carne animal ha generado una nueva oportunidad para cambiar de proteínas hacia el pescado y marisco en los próximos años.

Los puntos de venta
Para poder competir con las otras proteínas animales, se requiere una mejor disponibilidad en lugares de compra o puntos de venta. Cuando analizamos los puntos de venta de pescado y marisco, podemos observar que México tiene identificados, según Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2023), 10,946 establecimiento de venta de pescado y marisco, 58,664 pollerías y 70,452 carnicerías (Figura 3). Es importante mencionar que algunas carnicerías venden pollo, y viceversa, incluso pescado y marisco congelado.

Canales comerciales
Se entiende que existen intermediarios para hacer llegar el pescado y el marisco al consumidor final, a través de pescaderías, mercados públicos o “tianguis” y supermercados. Como podemos observar en la Figura 4, un 54% de pescado y marisco se distribuye en centrales de abasto, un 35% en supermercados y un 11% en pescaderías.

Balanza comercial
México cambió a partir del embargo atunero a inicio de los 90, debido a que generó una gran pérdida de empleos y el cierre de empresas pesqueras y plantas procesadoras. Tal situación presionó a la industria transformadora a incrementar las ventas. Actualmente, el atún es un producto presente en todos los hogares mexicanos y, según los estudios del consumidor, pelea la posición número uno con el camarón, como los productos más consumidos en México.
Como podemos observar en la Figura 5, existe un aumento de las exportaciones que han crecido a la par de las importaciones. Exportamos seafood premium e importamos productos, en su mayoría, económicos y de baja calidad. Tenemos una alta dependencia de productos importados, incluso las tendencias encaminan a una balanza negativa en un mediano plazo. Por otra parte, somos de los primeros importadores mundiales de Filete de tilapia China, Filete de Salmón Chileno y Filete de Basa de Tailandia principalmente.

México tiene una ubicación privilegiada, teniendo de vecino al consumidor más grande del mundo como Estados Unidos; además de un mercado doméstico grande que consume más de 1,400 millones de dólares en productos importados. En 2021, el país exportó 1,527 millones de dólares hacia todo el mundo. Hemos diversificado exportaciones; sin embargo, el 65% son hacia Estados Unidos, un 15% hacia Europa, un 13% hacia Asia, y un 7% hacia otros países.
El turismo es un gran detonador del consumo. México en 2023 fue el sexto destino más importante a nivel mundial, lo que genera demanda de productos con valor agregado para la industria del foodservice.
Fomento al consumo y exportaciones
Si queremos mejorar y aumentar el consumo de pescado y marisco, debemos fortalecer los mercados públicos, regulando y mejorando su infraestructura. En los supermercados, acercar a pequeños y medianos productores mediante programas de apoyo y factoraje. En pescaderías recomendamos modernizar y capacitar a los microempresarios con cursos y apoyos. De esta manera, podremos estimular la demanda desde el consumo.
Es urgente participar en ferias internacionales como Seafood Expo North American en Boston, Foodex en Tokio, Seafood Expo Global en Barcelona, Seafood Expo Asia en Singapur. Esto permitirá seguir exportando a estos países, así como la búsqueda de nuevos clientes y mercados. También, requerimos desarrollar misiones comerciales a mercados no convencionales, como Medio Oriente, China y Corea, por mencionar los más importantes.
Participar y coordinar con organismos internacionales, como Comisión Interamericana del Atún Tropical, APEC Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico, entre otros.
Participar y monitorear activamente en el Comité de Normas Oficiales Mexicanas (NOM), principalmente las que afectan la industria y, sobre todo, aquellas que regulan la cantidad de agua o hielo máximo en productos congelados, en especial, los importados, así como la NOM de trazabilidad NOM-038-SAG/PESC-2020 que se encuentra pendiente por validar y autorizar.
Nearshoring Acuícola y Pesquero
El nearshoring acuícola y pesquero requiere de voluntades y solución de obstáculos para invertir en la industria. Ese será el reto para aprovechar esas nuevas inversiones o, de lo contrario, migrarán hacia otros países.
Creo que arreglar o mejorar la industria no es una labor de dinero o recursos solamente, sino una labor de intensa voluntad, coordinarse con otras autoridades y con productores. Lo más importante es crear bases de política pública para desarrollar la pesca y la acuicultura, estas que pueden contribuir de forma significativa a la seguridad alimentaria, ayudando a incrementar directamente la cantidad de proteínas en la dieta diaria de los mexicanos.
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Las referencias y fuentes consultadas por el autor en la elaboración de este artículo están disponibles bajo petición previa a nuestra redacción.

* Alejandro Godoy es consultor de empresas, gobiernos, organizaciones acuícolas y pesqueras globalmente, tiene más de 14 años de experiencia en inteligencia comercial y ha desarrollado misiones comerciales a Japón, Europa y Estados Unidos. Fue coordinador del Consejo Mexicano del Atún, COMEPESCA (Consejo Mexicano de Promoción de Productos Pesqueros y Acuícolas), y Consejo Mexicano del Camarón. Fundador de Seafood Business Solutions.